Figura clave de la Nova Cançó
Francesc Burrull (1934-2021) Trabajó con Serrat, Lluís Llach, Raimon o Joan Baptista Humet, entre otros
El compositor y pianista de jazz Francesc Burrull ha muerto este pasado sábado a la edad de 86 años por una enfermedad renal, según ha comunicado la discográfica catalana Picap a través de su cuenta de Twitter «Ha muerto Francesc Burrull, músico importantísimo que colaboró con la mayoría de nuestros artistas. Serrat, Raimon, Llach, N. Feliu, G. Motta, J. B. Humet, etc. Nuestras condolencias a sus familiares y amigos».
Nacido en Barcelona en 1934, cursó estudios musicales en el Conservatorio del Liceu, donde tuvo como profesor a Pedro Vallribera Moliné, catedrático de piano, de música de cámara y director del Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona de 1932 a 1983. Pronto se interesó por el jazz en su rama latina, tocando con agrupaciones como Latin Combo y Latin Quartet y más tarde colaborando con leyendas nacionales como Tete Montoliú (tocando el vibráfono en dos discos) y estadounidenses de la talla de Sidney Bechet, Bill Coleman, Chet Baker o Don Byas. También hizo arreglos para el gran bolerista cubano Antonio Machín, antes de sumergirse de lleno en la escena de la Nova Cançó a principios de los años sesenta, trabajando con Guillermina Motta, Núria Feliu, Mercè Madolell, La Trinca, Pere Tàpias, Joan Baptista Humet, La Voss del Trópico (Jordi Farràs) o Lluís Llach, con el que colaboró en su disco ‘Com un arbre nu’. En esa época se convirtió en el director musical de la discográfica Concèntric, donde hizo una labor esencial para impulsar el movimiento. En esa misma época estuvo muy próximo a los ‘Setze Jutges’, grupo de cantantes españoles en lengua catalana fundado en 1961 por Miquel Porter i Moix, Remei Margarit y Josep Maria Espinàs, muy activo en la lucha cultural antifranquista, y a quienes dedicaría el disco ‘Homenatge musical a Els Setze Jutges’ en 1965.
Su colaboración con Joan Manuel Serrat comenzó en 1967 firmando los arreglos del EP ‘Cançó de matinada’, y en 1972 volvió a reencontrase con el cantautor en el proceso creativo de ‘Miguel Hernández’, quedándose a trabajar con él como director musical y pianista hasta el retorno de Ricard Miralles en 1974.
Ese mismo año publicó el álbum ‘Recordando a Duke Ellington’ con una nueva orquesta dirigida por él mismo, la Big Band de Barcelona. Luego vendrían sus aportaciones a discos como ‘Diálogos con Joan Baptista Humet’ (1975), ‘Manuel de Falla avui’ (con Leonora Milà al piano, Albert Moraleja al bajo y contrabajo y Miguel Ángel Lizandra a la batería), ‘Catalonia Concerts Jazz’ (1976) y ‘Sinceritat…’, con Ricard Roda (1995).
En la segunda mitad de los ochenta también publicó trabajos con el trío que formó junto a Llorenç Ametller al bajo y Quim Soler a la batería (‘Passeig de Gràcia’ y ‘Barcelona Jazz’, y en los noventa lanzó el disco en solitario (‘Blanc i negre’, 1997). En 2007 publicó el disco en directo ‘Laura Simó & Francesc Burrull interpreten Serrat’, y tres años después editó un segundo disco en homenaje a Serrat, también junto a Laura Simó, que llevó por título ‘Temps de pluja’.
Además participó en los arreglos del ‘Cant del Barça’, compuesto por Manuel Valls i Gorina como himno del club azulgrana. En 1992 obtuvo el premio Nacional de Música de la Generalitat de Cataluña en la categoría de jazz, y en 2017 se le concedió la Cruz de Sant Jordi.