Ni Memoria Democrática ni ‘ley Celaá’, Casado se compromete a derogar las leyes estrella de Sánchez
El líder del PP, aupado por las encuestas, prepara una ley de Cuidados Paliativos para neutralizar la de Eutanasia y reformará la de Universidades de Castells
Pablo Casado no se fía de Pedro Sánchez. «No dice la verdad ni al médico», aseguró ayer. Por eso, cuando el presidente del Gobierno repite una y otra vez que agotará la legislatura, lo que sitúa el horizonte electoral a finales de 2023, en el Partido Popular pisan un poco más el acelerador para tener todo preparado ante un eventual adelanto de elecciones generales. En Génova, con la mayoría de encuestas a favor, Casado piensa ya en sus primeros consejos de ministros y en las decisiones más inmediatas que tomará y prepara una ‘enmienda a la totalidad’ del sanchismo, con la derogación de sus ‘leyes bandera’, como pueden ser la de Educación, la reforma universitaria y la ley de Memoria Democrática.
Dentro del PP han sido muchos los que han aplaudido la autocrítica y el compromiso expreso que lanzó el secretario general del partido, Teodoro García Egea, el domingo pasado en ABC. El número dos de Casado admitió que uno de los debes que tenía el PP era el incumplimiento de promesas en 2011 por la crisis▶ «Esto no puede volver a pasar», subrayó. «Desde que Casado asumió la presidencia del partido, estamos convencidos de que promesa que se haga, promesa que debemos cumplir», garantizó. De hecho, en el PP atribuyen ese incumplimiento de la palabra dada en 2011 a la desbandada de votantes que acabaron en otros partidos, y por eso el compromiso es clave ahora dentro de la estrategia popular para recuperar a los electores fugados.
Casado quiere que la convención nacional del PP, que se celebrará desde el 27 de septiembre en todas las comunidades donde gobiernan los populares y culminará en un acto en la plaza de toros de Valencia el domingo 3 de octubre, sea el escaparate perfecto para lanzar el programa de reformas y compromisos de los populares. Su intención es ponerlo en marcha sin pérdida de tiempo en cuanto pise La Moncloa.
El objetivo del presidente del PP es presentar un programa en positivo. Cada ley aprobada o impulsada por los socialistas y sus socios, tendrá una alternativa del PP. Pero dentro de ese plan los populares ya han adelantado lo que piensan hacer al menos con tres leyes básicas del Gobierno de Sánchez y Podemos▶ las derogará y pondrá en marcha sus propias iniciativas, pactadas con los distintos sectores implicados.
Frente a la ‘ley Celaá’ de Educación, Casado ya anunció su derogación inmediata en cuanto pise La Moncloa. De momento, el PP ya presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional. Su idea es tener preparada una ley alternativa, pactada con la comunidad educativa, para aprobarla lo antes posible.
Otra de las autocríticas que están asumidas en el PP es que cuando llegan al poder tardan demasiado en aprobar sus leyes y aplicar su programa, algo que no ocurre en el caso del PSOE. «Pareciera que los socialistas ya tienen sus leyes redactadas para aprobarlas en cuanto ganan las elecciones y su llegada al poder siempre va seguida de grandes decisiones, en línea con su programa», comentan los populares.
Pacto universitario
Ante la ‘ley Castells’, el secretario general del PP confirmó en ABC que su destino también será la derogación, si los populares llegan a La Moncloa▶ «Cuando lleguemos al Gobierno derogaremos la ‘ley Castells’ e impulsaremos un pacto universitario con toda la comunidad universitaria», afirmó.
Otra de las leyes más simbólicas del sanchismo, la de Memoria Democrática, acabará de la misma manera que las educativas, según los planes y el compromiso del PP. Como alternativa, Casado ha ofrecido una ley de Concordia «en positivo», que el PP ya tiene lista para aprobarla en cuanto tenga la mayoría necesaria. En palabras del líder del PP, su objetivo es que «la concordia rija sobre el revisionismo histórico».
El plan del PP para neutralizar otra de las leyes ‘bandera’ de este Gobierno de Sánchez y Podemos, la de Eutanasia, no pasa por la derogación, al menos de momento, sino por su sustitución en la práctica con la ley de Cuidados Paliativos. Los populares llevaron la ley de Eutanasia al Tribunal Constitucional, por infringir un total de 17 artículos de la Constitución, entre ellos el 15, que consagra el derecho a la vida. A la espera de lo que dictamine el TC, el objetivo del PP es que su ley de Cuidados Paliativos desactive la eutanasia, al ofrecer una alternativa positiva.
Aborto y maternidad
Frente a la ley del Aborto, el PP enterró hace tiempo su idea de suprimir o reformar esa norma. En este caso, que es uno de los más espinosos dentro del programa de los populares y que Casado siempre intenta esquivar, la opción del líder de los populares es una ley de la Familia, con la que se incentive la maternidad. Ayer, en el Nueva Economía Fórum, se refirió a la «obsesión» que tiene el Ejecutivo, a su juicio, con el aborto. Su propuesta se basa en «ayudar a que las mujeres que decidan ser madres tengan todo el apoyo para serlo» con ayudas fiscales, a la vivienda, a la conciliación y educativas.
La enmienda sobre el sanchismo que quiere llevar a cabo el PP cuando llegue al poder está relacionada con otra de las decisiones más relevantes
de este Gobierno, como fue la concesión de los indultos a los condenados por el golpe a la legalidad en Cataluña en 2017. La promesa de Casado en este caso es aprobar una reforma para prohibir los indultos cuando las condenas sean por sedición o rebelión.
Frente a la posibilidad de que los independentistas ‘lo vuelvan a hacer’, como se jactan una y otra vez ante el propio Pedro Sánchez, el PP ha prometido que tipificará la convocatoria de un referéndum ilegal. Se trata de una propuesta que ya ha llevado al Congreso de los Diputados esta legislatura, y que ha sido rechazada, pero no ha desaparecido del programa de Casado, que sigue dispuesto a aprobarla.
En el terreno de la Justicia, el PP prepara otra enmienda a la totalidad de las políticas sanchistas. Si Sánchez no acepta ahora que los jueces elijan a los jueces en el Consejo General del Poder Judicial, Casado tendrá la reforma lista para aprobarla desde el poder. Además, el PP rectificará una de las decisiones más polémicas de Sánchez, al colocar a su exministra de Justicia como fiscal general del Estado, con una reforma para imponer la despolitización de la Justicia.