«Quieren crear un ‘apartheid’ lingüístico sanitario como ya pasa con la educación»
Médicos alertan de que el catalán es una traba para captar al personal que falta en Baleares
En el centro de salud Son Pisá de Palma ya han borrado la pintada con la que los radicales catalanistas exigían el fin de las «agresiones lingüísticas». Allí comenzó la polémica en torno al uso del catalán en la sanidad, que ha desembocado en una crisis en el Govern balear, ‘solucionada’ el pasado lunes con una reunión urgente para acordar que, a partir de ahora, se expedientará a cualquier sanitario denunciado ante la Oficina de Defensa de los Derechos Lingüísticos estrenada por el Ejecutivo insular el pasado año.
Para muchos médicos, esta exigencia del catalán es la gota que colma el vaso en una situación compleja tras un año y medio de pandemia. «¿En plena quinta ola y con la falta de profesionales, en serio nos vienen ahora con el catalán?». Claudio Triay, médico del hospital Mateu Orfila de Menorca, alza la voz para denunciar que el supuesto conflicto lingüístico convierte a Baleares en un destino aún menos atractivo para los sanitarios que deben completar las diezmadas plantillas desde la Península. «Con este tipo de medidas lo único que conseguirán es que los médicos le cojan aversión al catalán», subraya Triay, que incluso considera que Baleares está cada día más cerca de un «’apartheid’ del catalán». «Esta no es la vía para potenciar el uso del catalán, porque así lo que hacemos es crear un gueto para que solo puedan trabajar en las islas los médicos de Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares, como pasa ya en la educación. La lengua debería ser complementaria, no esencial». El médico menorquín reclama incentivos y pluses para atraer a nuevos profesionales a Baleares y conseguir fidelizar a los que ya trabajen en el archipiélago. «Una cosa es entender y otra el nivel que se exige. ¿Por qué a los políticos y asesores del Govern no se les exige el catalán cuando ellos son los primeros que deberían dar ejemplo?», critica.
Enmudece el colectivo
Sin embargo, los sanitarios hablan únicamente a título personal porque colectivamente han optado por el silencio. El Colegio de Médicos de las Islas Baleares prefiere no opinar hasta no tener un criterio unificado. El sindicato Simebal, que siempre ha sido beligerante con la exigencia del catalán a los
Cargan con dureza contra el Ejecutivo regional: «¿Por qué no se exige el catalán a políticos y asesores?»
sanitarios, ahora enmudece. Quien no ha dudado en criticar el acuerdo del Govern es la oposición. La presidenta del PP balear, Marga Prohens, ‘tiró’ de ironía para felicitar al Govern por reunirse para hablar de los problemas de la sanidad, aunque lamentó «que no se hayan reunido para solucionar las listas de espera, la saturación de los hospitales...». Por su parte, la diputada y portavoz de servicios sociales de los populares, Marga Durán, recordó que mientras Armengol expedienta a los médicos que no atiendan en catalán, «los altos cargos del PSOE balear que se vacunaron el primer día de vacunación en las residencias ahí siguen».
El portavoz de Vox en el Parlament, Jorge Campos, aseguró que las denuncias «presentadas por fanáticos catalanistas son usadas por el Gobierno balear para crear una alarma inexistente». «El catalanismo encuentra excusas para seguir viviendo del erario público», afirmó, y negó que exista discriminación hacia los catalanoparlantes y, de hecho, calificó a Armengol como «la primera discriminadora de los castellanohablantes». «Y esto sucede mientras en Baleares no se puede estudiar en español, se impone la inmersión lingüística o para acceder a un trabajo público te piden un certificado de catalán. Estamos en una situación en la que los verdugos van de víctimas», concluye.