El CSD admite el recurso de Tebas y aplaza sin fecha el Sevilla-Barça y el Villarreal-Alavés
El Consejo Superior de Deportes (CSD) confirmó ayer el aplazamiento del Sevilla-Barcelona y el Villarreal-Alavés, partidos de la próxima jornada que LaLiga había pedido reprogramar debido a la imposibilidad de los equipos de tener a tiempo a sus jugadores internacionales inmersos en los partidos de clasificación para el Mundial de Catar 2022. Los duelos, correspondientes a la cuarta jornada, debían jugarse este sábado, solo unas horas después de que terminase la ventana internacional, y no podían retrasarse, como sí se hizo con el resto de encuentros de la jornada, debido a que Barça, Sevilla y Villarreal se estrenarán en la Champions el martes.
El Comité de Competición de la Federación Española había desestimado en un primer momento la petición de LaLiga al considerar que había tiempo suficiente para que los jugadores se reincorporasen a sus clubes, lo que provocó el recurso de la patronal ante el CSD. La medida cautelar la firma José Manuel Franco, secretario de Estado para el Deporte, que argumentó en favor del aplazamiento en virtud de la salud de los jugadores y el margen de tiempo que necesitan los clubes afectados para hacer toda la programación necesaria ante la celebración de un partido. El CSD, sin embargo, no expone en su fallo una fecha alternativa para la disputa de esos dos partidos, lo que genera un problema adicional en el ya de por sí apretado calendario.
«Adultera la competición»
La medida genera un precedente al que se podrán agarrar el próximo mes de octubre el Real Madrid y el Atlético, que se encontrarán en una situación parecida. Allí serán ellos los que recuperen a sus jugadores sin tiempo de recuperación al tener sus partidos de Champions programados para el martes.
La RFEF respondió con dureza a la decisión del CSD, asegurando que crea un «peligroso precedente mundial». El órgano rector del fútbol español asegura que la medida es inaudita, pues jamás se han tomado decisiones parecidas por la cesión de jugadores de Segunda división o para competiciones en mitad de la temporada, como la Copa de África. La RFEF, que cuenta con el apoyo de la UEFA y de la FIFA, ha exigido una rectificación inmediata al CSD para no «adulterar de manera irreversible la competición».