Denuncian falta de tiempo para adaptar los libros a la ‘ley Celaá’
La Lomloe, más conocida como ‘ley Celaá’, se tramitó en tiempo récord y sin contar con las comparecencias de la comunidad educativa durante su camino parlamentario. Pasó por el Congreso, donde se aprobaron a un ritmo frenético más de mil enmiendas, y se aprobó en el Senado sin cambios. Pero ahora se ha estancado. El camino a seguir tras la entrada en vigor de la norma es la aprobación de los llamados reales decretos de enseñanzas mínimas, que establecen qué hay que aprender en cada asignatura. Y con ellos, los editores de libros de texto se pueden poner manos a la obra. Pero como los de Primaria todavía son un borrador y los de Secundaria ni se han distribuido entre las comunidades, la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele) denunció en un comunicado la falta de tiempo para adaptar los libros a la ‘ley Celaá’.
En el informe ‘El libro y contenidos educativos en España. Curso 2021-2022’, muestran su preocupación «por la dilación en la elaboración de la propuesta curricular». Tal como marca la normativa, el departamento de Pilar Alegría es el encargado de los currículos, mientras que las consejerías tendrán que evaluarlos y completarlos hasta el límite legal: en las regiones sin lengua cooficial, los reales decretos suponen el 60% del currículo y, en las que tienen lengua cooficial, el 50%. «Con lo que proporcione del ministerio, las comunidades podrán empezar su parte, aunque nos gustaría que se estuviera haciendo un trabajo en paralelo, de manera que las editoriales podamos elaborar los contenidos adoptando la nueva normativa», señalan fuentes de Anele, que piden más consenso en la elaboración de los currículos que el que hubo en la tramitación de la norma «dejando al margen las cuestiones partidistas».
Los currículos de la ‘ley Celaá’ y los libros de textos deben estar listos para el curso 2022-23, en el caso de los cursos impares de Primaria, ESO y Bachillerato y en el 2023-24, para los cursos pares. Anele también enfatiza la importancia de lograr más acuerdo en la «homogeneización de los currículos de las diferentes comunidades que la que hubo con la Lomce. «Resulta incomprensible la existencia de 17 ediciones diferentes de un libro de Matemáticas como consecuencia de la dispersión de las políticas educativas», apunta el informe.