Llull estalla en una reacción de campeón
El Real Madrid, con 24 puntos del balear, alza la Supercopa pese a ir 19 abajo ante el Barça
El Real Madrid conquistó su octava Supercopa después de derrotar al Barcelona en un final de infarto (83-88) de un encuentro en el que los blancos llegaron a perder de 19 puntos. El incumbustible Llull, con 24 puntos, fue el hombre clave en la remontada y acabó el encuentro emocionado tras una actuación brillante. Obviamente, el base balear fue elegido MVP del torneo.
Arrancó la primera final de la temporada y, desde los primeros instantes, el público del Insular Santiago Martín vibró al compás del partido. No era para menos, el Barcelona había comenzado el choque con un cuatro de cuatro desde la línea de tres y con el Madrid aupado sobre sus señas de identidad▶ la defensa mordiente, el contragolpe y la rápida circulación en el ataque posicional. El reloj corría y ambos equipos alternaban golpes. Pese a la igualdad, los azulgranas mandaban levemente en el marcador▶ estaban más cómodos y Calathes, para desesperación de Laso, dominaba el juego. Pero apareció Alocén con dos triples lejanos y acercó a su equipo al marcador, que entró al segundo cuarto perdiendo 23-22.
El guión no cambió en el segundo periodo. El griego estaba excelso en la dirección de juego barcelonista, Oriola reinaba en la pintura y sorprendía desde fuera, e incluso se había enchufado su estrella, el siempre discutido en las finales Nikola Mirotic. El Madrid, agitado y enfadado por los errores arbitrales, y quizá también por la superioridad cualitativa azulgrana, empezó a bajar sus prestaciones.
El dominio del Barça se materializó en el inicio del tercer cuarto, cuando la impotencia madridista se tradujo en varias técnicas absurdas. En el ecuador del periodo, los de Jasikevicius pusieron una diferencia máxima de 19 puntos, dejando prácticamente en la lona al máximo rival. La realización televisiva se cebaba en primeros planos hacia los rostros de funeral en el banquillo de Laso cuando, una vez más y sin saber muy bien porqué, un Sergio Llull que recordó al de sus mejores días volvió a reanimar al Real Madrid en la antesala del último cuarto (71-62).
El Barcelona no aguantó su ventaja y a falta de tres minutos para el final el Madrid ya se encontraba solo un punto por detrás. Su defensa había podido cortar el caudal ofensivo azulgrana, Llull continuaba excelso, la juventud eléctrica de Alocén había revolucionado el ritmo
El conjunto azulgrana tuvo un inicio estupendo, pero los de Pablo Laso volvieron a demostrar su orgullo
ofensivo madridista y Poirer intimidaba en ambos lados de la cancha. La inercia de la remontada era abismal y la victoria de los de Laso un hecho. Gran partido para abrir el curso.