Arrimadas fía la remontada de Ciudadanos a las elecciones andaluzas
La presidenta nacional reivindica el sello «transformador» de Ciudadanos en el «milagro andaluz»
«Inés, nos estamos jugando el partido aquí. El partido es muy consciente de ello, nosotros también». Javier Imbroda, consejero de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, se lo dijo a la presidenta nacional de Ciudadanos en el acto de inicio del curso político de la formación celebrado ayer en el Palacio de Congresos de Sevilla (Fibes). Imbroda, que ha sido entrenador de baloncesto antes que consejero, sabe bien lo que es apurar la bocina, infundir ánimo al equipo y meter un triple en el último segundo.
Fue justo lo que trató de hacer, minutos después, Inés Arrimadas en la clausura de unas jornadas con marcado tono preelectoral▶ combatir el derrotismo y apelar a la épica de la remontada para conjurar las encuestas «tristes». «A nosotros no nos puede tirar para atrás una encuesta. ¿Qué estamos, de cachondeo? Aquí vamos a seguir defendiendo nuestros valores, cumpliendo con los ciudadanos y haciendo historia», proclamó la líder naranja, ante un auditorio repleto de cargos y militantes. En primera fila la escuchaban con atención los cuatro consejeros andaluces y el vicepresidente Marín, a los que elogió uno a uno por su trabajo. La acompañaban el vicesecretario general de Cs, Edmundo Bal y el líder catalán, Carlos Carrizosa.
«El milagro andaluz son las políticas naranjas liberales de Ciudadanos», enfatizó Inés Arrimadas. La consigna es vender la gestión para evitar que el PP se lleve todos los galones y conservar la llave del gobierno en Andalucía. No es sólo una cuestión de rentabilizar la gestión sino de pura supervivencia. En Cs son muy conscientes de que su futuro como partido dependerá de los resultados que saque en unas elecciones andaluzas que no tienen fecha determinada, pero que el presidente Juanma Moreno (PP) ha garantizado que se celebrarán al final de 2022, cuando tocan. Tras el hundimiento de Cs en los comicios generales, catalanes y madrileños, Andalucía será su próxima cita con las urnas. La afrontan
La consigna es vender la gestión para evitar que el PP se lleve todos los galones y conservar la llave de gobierno en Andalucía
como una partida a vida o muerte para evitar el camino a ninguna parte en el que terminaron otros proyectos centristas en España. «Vamos a seguir transformando Andalucía, haciendo historia, contra viento y marea», dijo.
La dirigente, jerezana de nacimiento, se empleó a fondo en esta tarea a la espera de que se resuelva la elección del candidato a la Presidencia de la Junta en unas primarias. Reivindicó a Cs como eje «transformador» de la nueva etapa tras 37 años de poder ininterrumpido de los socialistas marcados por «la losa de la corrupción». «Durante 40 años, esta comunidad ha tenido un peso encima. Cuarenta años dan para robar mucho, por eso debemos seguir gobernando para seguir sacando esa porquería», advirtió, tras recordar los casos de enchufismo en la extinta fundación Faffe. Sus críticas se focalizaron en el PSOE y dejó fuera de sus reproches al PP andaluz, pero no así a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Juan Marín, coordinador de Cs en Andalucía, apeló también a la épica de la remontada presentando su proyecto como «un muro de contención» frente a los extremos de izquierda y derecha. «No llevo en el ADN lo de rendirme», proclamó antes de ceder el turno de palabra a su presidenta. El vicepresidente de la Junta recordó que dieron la vuelta a los sondeos en 2015 que le daban de cero a dos diputados y «acabamos con 9» y por primera vez entraron en el Parlamento andaluz. «Van a tener que aguantarnos cuatro años más en el Gobierno a partir de 2022». En Cs ya ha empezado la cuenta atrás.