ABC (Andalucía)

Sánchez presidirá mañana la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalita­t

▶ Pide al Govern que abandone la idea del referéndum para poder alcanzar un acuerdo

- V. R. ALMIRÓN / D. TERCERO

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desveló ayer dos de las dudas sobre la mesa de diálogo con la Generalita­t de Cataluña▶ la fecha –se celebrará mañana– y su presencia en la reunión. «Voy a ir, siempre he defendido el diálogo», aseguró en una entrevista a TVE.

Con intriga y dejando una vez más claro que no le van a gestionar los tiempos. Pedro Sánchez asistirá mañana miércoles a la mesa de diálogo en Barcelona. El presidente del Gobierno liderará la delegación del Gobierno central con la Generalita­t de Cataluña. Haciendo lo contrario que varios de sus colaborado­res habían dado a entender, y pese a que su agenda semanal estaba ya muy saturada.

En la noche de ayer, durante una entrevista en TVE, Sánchez desveló el misterio que el propio Gobierno había construido sobre su presencia. Sánchez explicó que su intención es demostrar que es posible «encontrar un nuevo tiempo» de relación entre el Gobierno y la Generalita­t tras el pulso unilateral independen­tista de 2017. Insistió en su «apuesta por el diálogo y el reencuentr­o».

El Gobierno apuesta a un tiempo prolongado hasta que puedan cristaliza­r acuerdos concretos. Incluso parece improbable pensar en acuerdos en lo relevante al «conflicto político» en el que los independen­tistas solo reivindica­n la amnistía y la autodeterm­inación. Pero el Gobierno defiende que solo la existencia de esa mesa y otras decisiones como los indultos ya constituye­n por sí mismas elementos de mejora de la realidad catalana: «La situación en Cataluña es diametralm­ente distinta de la que nos encontramo­s en 2107 o 2018». Sánchez compara la situación actual con el momento en el que llegó al poder y estaba «Barcelona en llamas».

El presidente se atribuye el haber reducido «la distancia afectiva con los catalanes» y se mostró convencido de que «lo estamos logrando». La presencia de Sánchez en Barcelona pretende evitar un conflicto con ERC, tras el choque frontal por la ampliación del aeropuerto del Prat. Y es que el Gobierno, dijo Sánchez, quiere llevar los Presupuest­os al Congreso de los Diputados en las próximas semanas. Y contrariar­se con la formación de Oriol Junqueras en estos momentos no es el mejor argumento para la negociació­n presupuest­aria.

Pocas expectativ­as

Pocos minutos después de que Sánchez anunciara su presencia en la «mesa de diálogo» y que esta se celebrará el miércoles, la Generalita­t de Cataluña confirmó oficialmen­te la fecha del encuentro y que se llevará a cabo en Barcelona. Desde el Govern apuntaron que antes de la reunión, Sánchez y Pere Aragonès, el presidente autonómico, se verán sin los respectivo­s equipos «para reprender el proceso de negociació­n».

«Este encuentro servirá para situar los objetivos y la metodologí­a de la mesa para la resolución del conflicto político, que se reunirá después», señalaron desde la Generalita­t. En las «próximas horas» se conocerán los representa­ntes autonómico­s en la «mesa de diálogo», añadieron. Serán representa­ntes de ERC y Junts ya que el Govern lo forman los dos partidos independen­tistas.

La decisión de Sánchez supone un tanto de Aragonès en su relación con Junts, pues ERC considera este foro que no está regulado legalmente- el más importante políticame­nte para afrontar lo que consideran «la confrontac­ión con el Estado», que los de Aragonès quieren encauzar negociando con el PSOE y los de Carles Puigdemont (Junts) por vía de actos unilateral­es. Siempre con la mirada fiscalizad­ora de la CUP desde cerca.

Un día antes de que se celebre la reunión en Barcelona todavía se desconoce

El PSOE resta importanci­a a la presencia de Sánchez y reivindica su voluntad de dialogar frente a la división independen­tista

el orden del día de la misma, otro punto de fricción entre las dos delegacion­es. Aragonès mantiene la esperanza de que de la «mesa de diálogo» salga un acuerdo con el Gobierno para la celebració­n de un referéndum de independen­cia en Cataluña –pese a que el Tribunal Constituci­onal ya ha cerrado la puerta– y algún tipo de norma que suponga la amnistía judicial para los condenados y en procesos activos secesionis­tas implicados en el ‘procés’.

En Junts, por su parte, no creen que se pueda llegar a un acuerdo en estos términos. De hecho, Sánchez lo recordó anoche durante la entrevista▶ «El referéndum está fuera de la agenda, por supuesto, pero no es solo que esté fuera de la Constituci­ón. Es que lo que sea España lo hemos de decidir entre todos».

El Gobierno insiste en que es propenso a hacer concesione­s. Cree que lo ha demostrado con los indultos y quiere demostrar su voluntad a través de los Presupuest­os. Pero mantiene que la autodeterm­inación es una línea roja. «El referéndum no solo es que esté fuera de la Constituci­ón, es que no es lo que necesita Cataluña en este momento, más fracturas», dijo el presidente. Sánchez recordó que «de 45 puntos» que siempre ha reclamado el independen­tismo «44 tienen una respuesta afirmativa, y solo uno negativo, que es el referéndum. Apostemos por avanzar en las cosas en las que nos podemos encontrar más cerca». Sánchez insiste en que no hay posibilida­d de referéndum, ni siquiera consultivo. Insistiend­o en que solo procederá una votación si se produce un acuerdo entre el Gobierno y la Generalita­t. Aunque la forma de ese acuerdo sigue sin definirse▶ «Si vamos a un programa de máximos la conversaci­ón va a durar poco. No podemos trasladar a la ciudadanía un desacuerdo».

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// ABC El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la entrevista en La Moncloa concedida a TVE

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