Un perfecto caballero

Desde mucho antes de empezar, Mario Camus y su generación representaban la posibilidad de hacer cine. Para mí ha sido un maestro desde sus primeras películas. Le he seguido en cine, le he seguido en televisión. Tuve el honor de conocerlo y era un perfecto caballero. Se ha muerto un gran maestro del cine. Una referencia. Como cineasta y como persona. Camus era (y es) un gigante. Era muy bueno.

Todas sus obras eran excelentes trabajos, honestos. Las obras maestras las dicta el tiempo y tiene varias, como ‘Con el viento solano’. No hace falta que yo reconozca ‘Los santos inocentes’ o ‘La colmena’. También tiene episodios de ‘Curro Jiménez’ que para mí son obras maestras.

Mario Camus no era de dar consejos, porque el mejor consejo es no dar ninguno. Si le pedías ayuda, te la daba. Lo mejor era escucharle mientras tomabas un café. Se podía hablar de todo con él, no era un psicópata del cine. La gente del cine apenas hablamos de cine hablamos de la vida, de historias que contar...

Aunque entre la comunidad de cineastas siempre ha sido respetado, valorado y admirado, lo cierto es que este país, en cuestión de reconocimientos, es tardío y cicatero. Camus se ha ido con 86 años y creo que hemos perdido muchas oportunidades de hablar con él y de revisar su obra. Era un maestro y más nos vale que queden Camus en la tierra.