Enrique Cornejo cumple 80 años: «La palabra jubilación no existe para mí»
► El empresario teatral afronta la nueva década ilusionado, al lado de su mujer, y tras renovar la gestión del Teatro Zorrilla
«No termino de creerme que Concha Velasco se marche. Sentiría que su adiós fuese definitivo»
«Los años se me han pasado a una velocidad increíble, en la vida he tenido un verano o un descanso»
Cuando cumplió 50 años prometió regalarse un gran homenaje. No lo hizo. Al alcanzar los 60 se marcó el mismo propósito. Tampoco lo cumplió. Y así fueron pasando las décadas hasta llegar hoy a los 80, un domingo cualquiera de septiembre, en el que tampoco habrá grandes festejos en el hogar del icono del teatro español Enrique Cornejo. «Comeré con mi hijo y cenaré con mi mujer y mi perro, eso es todo», declara en conversación con ABC. «Próximamente, voy a entregar el premio internacional de poesía José Zorrilla en su IX edición, con una gran fiesta de gala con 200 invitados, y aprovecharé para decirles que he cumplido 80 años. Hace tres meses perdí a mi única hermana, que para mí era mi segunda madre, y he pasado el coronavirus y la pandemia profesional. Ahora estamos reanudando una nueva etapa», comenta un siempre vitalista y enérgico Cornejo.
El empresario teatral, con más de cuatrocientas obras producidas, no se plantea la retirada. «Los 80 es una cifra maravillosa cuando el destino te permite estar vigente y trabajando, ilusionado y siempre con nuevos proyectos. Me considero un afortunado». La Diputación acaba de renovarle a su empresa Iniciativas Teatrales la gestión y explotación del Teatro Zorrilla de Valladolid, la tierra que le vio nacer. También dirige el Muñoz Seca, en Madrid, y el Batel en Cartagena, además de otros espacios concertados. «La palabra jubilación no existe para mí, hace quince años que pasé de esa edad. Si la vida da oportunidad de aprender de los mayores, estás obligado a legarlo o transmitirlo. Un catedrático o un artesano no pueden dejar de legar su sabiduría porque se llegue a una edad».
Nada le llena más de orgullo que ver el fruto de su trabajo sobre las tablas. «Me entusiasma concebir un espectáculo nuevo, diseñarlo, crearlo y cuando sube a un escenario, en tu interior, sin vanidad, dices: ‘Eso está ahí por mí’».
Su paisana Concha Velasco anunció hace unas semanas, a los 81 años, que se retiraba. «Respeto todas las posturas, pero yo no termino de creerme que Concha se marche. Ha tenido una trayectoria tan importante y definida y ahora está en la etapa en la que nunca le faltarán papeles. Ella tendrá sus razones, de agotamiento físico o psíquico. Sentiría que su adiós fuese definitivo, espero que sea un hasta luego».
Cornejo confiesa que desde que salió de Valladolid siendo un chaval no se ha tomado unas vacaciones. «Los años se me han pasado a una velocidad increíble, en la vida he tenido un verano o un descanso. Mi querida Mamen trabaja tan intensamente, que también lo antepone al descanso. Ella es joven y le apasiona su trabajo» comenta sobre su esposa con la que se casó en junio de 2018, después de 17 años de feliz convivencia.
A lo largo de su trayectoria ha tratado con multitud de personas ilustres, pero le marcó sobre todo su encuentro con Juan Pablo II en el Vaticano. «Le entregué mi trofeo a la butaca de plata y él me dijo: ‘teatro, teatro, hermoso teatro’, con una voz profunda. Él fue autor y escritor. Me concedió un audiencia de tres minutos y acabaron siendo nueve. También he conocido a la madre Teresa, a Dalí a Picasso».