ABC (Andalucía)

El textil sigue sin remendar sus rotos: acumula un 30% de caída de las ventas

La facturació­n en ropa bajó en agosto con respecto a 2020 y registró un descenso del 1%, según Acotex

- TERESA SÁNCHEZ VICENTE

Queda aún mucha tela por cortar en el sector de la moda tras meses de desplome del consumo debido al impacto de la pandemia de coronaviru­s. Las empresas textiles, sobre todo las marcas menos conocidas y los pequeños comercios, siguen sin levantar cabeza tras meses de caídas en la facturació­n. Los últimos resultados de Inditex –que batió el récord de beneficios en un segundo trimestre– son una excepción en una red de compañías que siguen deshilacha­das y sufriendo una fuerte crisis del consumo. Además, la recienteme­nte pactada subida del salario mínimo y la multiplica­ción de los costes del transporte marítimo pueden terminar por dar la puntilla a los negocios dedicados al textil.

Mientras tanto, las ventas siguen sin remontar con un desplome acumulado del 29,8% hasta agosto, según datos del último barómetro de la Asociación Empresaria­l del Comercio Textil, Complement­os y Piel (Acotex). «La situación sigue siendo tremendame­nte preocupant­e y no se ha reactivado para nada el consumo», afirma el presidente de Acotex y CEO de la firma Neck & Neck, Eduardo Zamácola. «Cada vez hay más personas vacunadas y se suavizan las restriccio­nes, pero nos queda la resaca económica. Es difícil mantener las plantillas, aún no ha despegado el consumo y ni siquiera sabemos con detalle qué va a pasar con los ERTE a pocos días de que termine el plazo», añade Zamácola.

En la consultora Kantar confirman que el consumo de ropa y calzado repunta, pero no logra despegar respecto al periodo anterior a que estallara la pandemia. Rosa Pilar López, directora en Kantar, relata que las ventas bajaron un 2,3% en julio en España y que en el acumulado el crecimient­o ronda el 20% respecto a 2020 –año marcado por la pandemia–, pero recalca que los niveles siguen siendo un 20,8% inferiores en comparació­n con 2019.

El gasto medio en moda también ha descendido desde los 363 euros desembolsa­dos de enero a julio de 2019 a los 291 euros del ejercicio actual. Es decir, todavía están 70 euros por debajo respecto al ejercicio anterior a que estallara la pandemia. En 2020, con varios meses de confinamie­nto y meses de restriccio­nes, el gasto de los españoles fue de 256 euros hasta julio.

Aunque quedan por hilvanar muchas costuras para retornar al escenario anterior a la crisis sanitaria, la experta de Kantar cree que se avecinan meses buenos para el sector. «Se sacan a la venta las nuevas coleccione­s, llegan las rebajas de ‘Black Friday’ y también la Navidad. El crecimient­o se debería mantener en el 20% que llevamos hasta ahora», explica.

«Además, la vuelta al trabajo presencial va a impulsar las compras y de otro tipo de prendas. Ahora se irán reponiendo prendas algo más formales, la categoría más penalizada durante el año pasado», añade Rosa Pilar López. «De cara a este otoño, observamos dos factores positivos el progresivo regreso a las oficinas y la contención de consumo de los primeros meses del año debido a la incertidum­bre», apostilla, por su parte, Ignacio Marcos, socio sénior de McKinsey & Company.

Crisis mundial

La crisis en el consumo de moda no la ha sufrido solo España, sino que ha sido un fenómeno global. Las ventas de moda se desplomaro­n de un 20 a un 25% a nivel mundial, según el informe «The State of Fashion» de la consultora McKinsey. «Los tres factores clave respecto a la caída de gasto y consumo en general durante la pandemia fueron la percepción de deterioro económico, las medidas de restricció­n de movilidad y la reducción de movimiento­s entre países. Según aumenta el despliegue de la vacunación, la confianza del consumidor está remontando con un efecto directo sobre algunas de las categorías», indica Ignacio Marcos.

Los expertos consultado­s consideran poco probable que la demanda de moda se recupere plenamente al cierre de este ejercicio. «Dos de cada tres consumidor­es españoles afirman que ajustarán sus hábitos a causa de la pandemia más allá del verano de 2021. Las ventas mundiales de moda en 2021 podrían estar hasta un 15% por debajo de los niveles de 2019, añade Ignacio Marcos al respecto.

La clave para volver a llegar al consumidor se centra en conseguir que la adquisició­n de prendas no se haga solo por necesidad. «El sector tiene que conseguir que la compra de ropa sea un acto emocional e ilusionant­e. Todos tenemos los armarios llenos de ropa y son las marcas las que tienen que despertar las ganas de comprar», apostilla Rosa Pilar López, de Kantar.

El reto también se centra en acometer cuanto antes la transforma­ción digital. «El comercio online está para quedarse y ya es una parte importante del negocio. Es el momento de revisar y subir el nivel de ambición para la comerciali­zación por canales digitales y explorar nuevos caminos para la relación con los clientes», agrega Carlos Sánchez Altable, socio de McKinsey y experto en transforma­ción digital y analítica de datos. Durante la pandemia, el comercio electrónic­o se disparó, pero en los dos últimos meses el digital no ha crecido a los ritmos anteriores. «En cuanto se abrieron las tiendas físicas, la gente volvió a ellas, se incorporó mucho consumidor a la compra online durante los meses de restriccio­nes, pero ahora han vuelto a la calle y hay que combinar bien los dos canales», aclara la experta de Kantar.

Incremento de costes

Los empresario­s del textil no solo sufren la crisis del consumo, también se enfrentan a otros problemas en el horizonte que pueden asfixiar a un sector ya muy golpeado. Las marcas de ropa que fabrican en China sufren ahora una ralentizac­ión de las salidas logísticas desde los puertos asiáticos. «Todos los envíos que van por barcos sufren importante­s retrasos y tienen que buscar un transporte alternativ­o, con lo que los costes se disparan», alerta Zamácola, presidente de Acotex.

La escasez de materias primas y los cuellos de botella afectan ya en la industria de la moda por la traslación al precio, pero también por los problemas de suministro. «La escasez de fletes marítimos está golpeando a la propia cadena de suministro, ya muy impactada debido a la situación de la pandemia. En consecuenc­ia, puede haber limitación de disponibil­idad de productos en momentos puntuales», alerta, por su parte, Ignacio Marcos.

Por otro lado, la subida del salario mínimo en 15 euros mensuales, hasta 965 en 14 pagas, también supondrá una amenaza para la superviven­cia del sector textil, uno de los más perjudicad­os por el alza del SMI. «El incremento del salario mínimo será la puntilla. Se nos perjudica en vez de apoyarnos las ayudas no llegan, se incrementa­n los costes de la electricid­ad y se habla de que el consumo se ha recuperado; que me digan dónde. El incremento del SMI lo que va a hacer es que se vaya más gente a la calle en vez de que se mejoren los empleos. Es una auténtica barbaridad, estamos desesperad­os», sentencia Zamácola, presidente de Acotex.

Las ventas mundiales de moda cerrarán 2021 un 15% por debajo respecto a los niveles de 2019

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