Moreno atrae a Page al eje contra la infrafinanciación del Estado
Murcia se suma a Andalucía y Valencia para revisar el actual modelo y denuncian la «inacción» de Sánchez
La parálisis del actual sistema de financiación autonómica ha obrado algo impensable en la sectarizada política actual. Comunidades gobernadas por el PP y el PSOE se han puesto de acuerdo para reclamar al Gobierno central una reforma casi perentoria de un modelo «injusto» que les obliga a gastar en sanidad, educación y asistencia social más dinero del que reciben del Estado con los impuestos que recauda para financiar estos servicios básicos. Con esta coincidencia casi generalizada como punto de partida, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), ha forjado una alianza con la Comunidad Valenciana, gobernada por el socialista Ximo Puig, a la que ayer se sumó el presidente popular de Murcia, Fernando López Miras.
Los tres demandan un fondo de compensación o nivelación que corrija las «diferencias actuales de financiación» de las regiones más perjudicadas como medida transitoria hasta que se cambie el sistema, que debió revisarse en 2014 y ya lleva siete años de propina. Este eje de presión va a contar con más adhesiones▶ el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo (PP), y otro barón socialista, el jefe del Ejecutivo manchego. Emiliano GarcíaPage ha mantenido contactos con Moreno y sus respectivos gabinetes buscan ya un día para reunirse y pactar una declaración institucional en favor de abordar otro esquema de reparto de los fondos estatales entre regiones.
Moreno y López Miras escenificaron su alianza ante las cámaras en el Palacio de San Telmo, tras un encuentro que se prolongó durante dos horas y al que se sumaron los consejeros de Hacienda de cada comunidad. En la rueda de prensa posterior, el dirigente andaluz avanzó que espera reunirse «próximamente» con el presidente de Castilla-La Mancha, que es la cuarta comunidad peor financiada.
Fuentes del Ejecutivo manchego confirmaron a ABC los contactos con vistas a fijar una reunión. Ambos dirigentes, que mantienen «una relación muy buena», coinciden en que «gastan mucho más de lo que están ingresando» y el sistema actual les genera un déficit. Tienen, eso sí, diferencias de criterio. Mientras Andalucía, la Comunidad Valenciana y Murcia demandan más recursos como territorios más poblados, Castilla-La Mancha, como Galicia y Extremadura, pugnan porque el nuevo sistema compense el mayor coste que pagan por los servicios públicos en zonas con una demografía más envejecida y dispersa. Para aglutinar fuerzas van a reunirse en octubre en Santiago de Compostela.
Al margen de los intereses legítimos que defiende cada territorio, Andalucía y Castilla-La Mancha están de acuerdo en que el coste efectivo de sus servicios supera el 28% del gasto público. Pero la voluntad es buscar puntos de encuentro para que no se aplace más el debate. «No queremos que nadie pierda ni vamos contra nadie. Con el actual modelo todas las comunidades pierden», enfatizó Moreno, que recordó que andaluces, valencianos, manchegos y murcianos suman más de un tercio de la población nacional. Si en estas regiones hay un problema de infrafinanciación, «España tiene un problema serio». «Urge abrir el melón de la financiación», emplazó Moreno, quien reprochó a Pedro Sánchez y a la ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero, su «inacción política» para iniciar la reforma.
Agravio frente a Cataluña
Los mismos argumentos se escucharon en boca del presidente murciano. Fernando López Miras aseguró que no se trata de «quitar a unos para dárselo a otros». «No queremos un trato de favor, como quieren los independentistas sino justicia e igualdad para todos». Los murcianos pierden 2 millones de euros al día por este sistema y los andaluces el doble, 4 millones.
Ambos dirigentes regionales expresaron sus recelos por la mesa de diálogo entre Generalitat de Cataluña y Ejecutivo central. «Supone un agravio para el resto de los españoles», apuntó Moreno, que está a la espera de que Sánchez convoque la comisión bilateral que ha pedido. «Vamos a ver si el tratamiento que se nos da a la comunidad más poblada de España es el mismo que se le da a Cataluña».
«Con el actual modelo de financiación todas las comunidades pierden», defendió el presidente andaluz