La defensa del cardenal Becciu acorrala a los fiscales del Vaticano
La altanería de los fiscales del Vaticano en la fase de instrucción del proceso contra el cardenal Angelo Becciu y otras nueve personas por desfalco de decenas de millones de euros de fondos reservados de la secretaría de Estado en inversiones inmobiliarias en Londres se ha vuelto contra ellos. Ayer, en la segunda audiencia ante el Tribunal del Vaticano, se vieron obligados a reconocer errores y hacer una propuesta sorprendente▶ empezar de nuevo la instrucción desde cero, interrogando correctamente a los diez acusados y poniendo a disposición de los abogados defensores toda la información del sumario, como exige la ley. El presidente del Tribunal anunciará su decisión hoy.
El ‘golpe de teatro’ intenta solventar dos irregularidades de los fiscales, que actúan con poderes similares a jueces de instrucción tanto en el Vaticano como en Italia. Además, han filtrado información del proceso a medios de comunicación amigos, al peor estilo de las ‘fiscalías-colador’ en Italia.
Los fiscales omitieron el interrogatorio previo de algunos de los acusados, un curioso grupo que incluye desde el cardenal Angelo Becciu –entonces ‘número tres’ del Vaticano– y dos personas de su equipo de gestión de los fondos reservados hasta el presidente y el director de la Autoridad de Supervisión Financiera, pasando por tres agentes financieros italianos afincados en Londres y en Suiza, principales saqueadores del dinero del Vaticano según el sumario.
El toque de exotismo e intriga lo aporta Cecilia Marogna, una empresaria de seguridad y espionaje sarda que ha sido desautorizada por los servicios secretos italianos pues trabajaba solo como informante ‘paralela’ del cardenal Becciu, en asuntos pendientes de esclarecer.
Los fiscales desobedecieron abiertamente la orden de permitir a los defensores visionar las declaraciones de monseñor Alberto Perlasca, quien pasó de sospechoso destacado a colaborador pleno de los fiscales al estilo de los mafiosos arrepentidos y que, como premio, no figura entre los acusados. El presidente del Tribunal del Vaticano, Giuseppe Pignatone, visiblemente molesto por las irregularidades, dará a conocer su decisión hoy. La expectación en medios jurídico italianos y en el Vaticano es altísima.