Corrección política: Familia y Moral sexual
Desde la premisa de una falsa igualdad, que esconde el deseo de transformar bajo un determinado paradigma la sociedad española, el poder político avanza en la aprobación de una serie de leyes (eutanasia, leyes LGTBI, ya en vigor estas últimas en las CC.AA., anteproyecto de ley de diversidad sexual, etc.), impregnadas del más radical relativismo moral que solo puede conducir a la sociedad española al vacío religioso y existencial, de lo que son reflejo actitudes personales y sociales que vemos cada día en los medios de comunicación.
Se contraviene así radicalmente lo dispuesto en nuestra norma suprema (CE), cuyo artículo 27.3 señala que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”, disposición que recogía lo estipulado en el art. 26.3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada en 1948 por Naciones Unidas: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.
Opongámonos, por tanto, con la ley en la mano, a la imposición de un nuevo modelo de familia (¡seamos libres y valientes de opinar en contra de lo considerado políticamente correcto¡) y a la enseñanza obligatoria a nuestros hijos en colegios e institutos de una determinada moral sexual contraria a las creencias religiosas y morales de millones de familias españolas. Y es que como recordaba San Juan Pablo II en el III Congreso Internacional de la Familia, “los padres deben ser los primeros y principales educadores”.