Andrés Amorós: «El deporte es la biografía personal de cada uno»
El escritor repasa en ‘Álbum de cromos’ las vidas de deportistas legendarios
Cuando Andrés Amorós (Valencia, 1941) era niño, su conexión con sus héroes de entonces, deportistas como Bahamontes o Zamora, se limitaba a los cromos que compartía con sus compañeros de colegio y las hazañas que escuchaba en la radio o leía en la prensa. «En esa España no había televisión. Todo se seguía por la radio o por los periódicos –recuerda–. Esa distancia contribuía a darle al deporte un halo de heroísmo que ahora no tiene. Era mucho más romántico y con muchísimas anécdotas divertidas. Hoy es menos literario».
Con la pretensión de recuperar esa literatura del deporte, la que cultivaron cronistas como Jacinto Miquelarena o Manuel Alcántara y también escritores de la talla de Camilo José Cela o Wenceslao Fernández Flórez, Amorós actualiza y amplia en ‘Álbum de cromos’ (El Paseo, 2021) los artículos que publicó para ABC sobre unos personajes que considera «novelescos». Porque eso eran Fangio, el piloto que se arreglaba su propio monoplaza, o Campanal, el jugador del Sevilla que siempre firmaba sus contratos en blanco: «Se conformaba con lo que el club quería pagarle. Un año, cuando el equipo tuvo problemas económicos, no solo renunció a cobrar, sino que le prestó al club diez mil pesetas. ¿Te imaginas a Messi o Cristiano Ronaldo haciendo eso?». Más anécdotas: «Cuanto Coppi batió el récord mundial de la hora de ciclismo, lo hizo a la hora de comer porque era cuando había menos bombardeos de los alemanes. El boxeador Sugar Ray Robinson se entrenaba bailando. Cortázar le escribió un cuento precioso y muy conmovedor. Decía que sus ‘cronopios’ preferidos eran Louis Armstrong y Sugar Ray Robinson».
El ‘cronopio’ preferido de Amorós era Di Stéfano: «He tenido la suerte de verle jugar. Es como haber coincidido con Velázquez o Bach. Es el jugador más completo de la historia porque hacía de todo. En la Copa de Europa de 1956, contra el Partizán de Belgrado, a nueve bajo cero, para que no les remontaran la eliminatoria se terminó poniendo de defensa central y no encajaron más goles. López Sancho escribió en ABC: “El General Invierno venció a Napoleón, pero no ha vencido a Di Stéfano”».
Amorós destaca el aspecto humano del deporte: «Una vez leí que había un nuevo ciclista español que iba a competir en el Tour de Francia. Era Bahamontes. Un día se le estropeó la rueda. Como no la podía arreglar, se bajó y de tanto esperar se terminó comiendo un helado. La foto dio la vuelta al mundo». El acercamiento del escritor y colaborador de ABC a este mundo «bohemio y pintoresco» del deporte tiene un punto nostálgico – «el deporte es la biografía personal de cada uno, nos definimos por la gente a la que hemos admirado»– y también evocador. «En las crónicas de los periódicos había una tradición muy literaria. Escribían muy bien, tenían un encanto muy de época».