San Carlos de la Rápita ignora la consulta y mantiene su nombre
La pretensión de quitar la alusión a Carlos III no consigue el mínimo de apoyos
El tiro por la culata. La pretensión del Ayuntamiento de San Carlos de la Rápita (Tarragona), capitaneado por ERC, de cambiar la toponimia del pueblo por un La Rápita a secas, ya sin la connotación real (el pueblo debe su nombre al Rey Carlos III), se ha saldado con un fracaso absoluto.
Pese a que entre quienes votaron se impuso de manera clara la voluntad de cambiar el nombre, al no haber alcanzado esta opción el apoyo de al menos el 20% del censo que se había fijado el Consistorio para que la decisión fuese vinculante, San Carlos de la Rápita (Sant Carles de la Ràpita en catalán) se seguirá llamando así.
Según informó el Consistorio, la opción por mantener la actual toponimia cosechó 1.045 votos (el 31’4% de quienes votaron), mientras que quienes querían cambiar el nombre sumaron 2.246 (67’49 %), una victoria clara pero insuficiente, en tanto que el gran ganador fue la abstención. Como ya informó este diario, la mayoría de la población acogió con absoluta indiferecia la consulta, que vieron como un capricho innecesario y un gasto de dinero sin sentido. Aunque el grueso de la población cuando se refiere a su pueblo alude a La Rápita, la opción de trasladar esta costumbre a la denominación oficial no ha sido bien acogida. El revolcón sufrido por independentistas y comunes, impulsores de la iniciativa, ha sido rotundo, aunque se quedaron a escasos 250 votos que requerían para que el cambio fuese vinculante.
El resultado de ayer se suma al otras iniciativas tomadas desde instancias políticas a espaldas de la población. El pasado año, sin ir mas lejos, la mayoría de los votantes convocados en Tortosa a votar sobre la retirada del monumento franquista en el lecho del Ebro optaron por su mantenimiento (68%). Pese a ello, y apelando a la ley de Memoria Histórica, la Generalitat ordenó su retirada, lo que ahora está en suspenso por decisión judicial.