ABC (Andalucía)

El G-20 respalda mantener el diálogo con el Gobierno talibán

Washington condiciona su ayuda a los derechos humanos y la lucha contra Daesh

- JAVIER ANSORENA

Las principale­s potencias del mundo se enfrentan a dos realidades en Afganistán▶ el país está desangrado por décadas de guerra y necesita ayuda humanitari­a urgente para no colapsar por completo; y cualquier iniciativa en el territorio depende de unos líderes, los talibanes, contra los que la mayoría de estos países se han enfrentado militarmen­te y que no comparten su visión sobre los derechos humanos.

Ayer, los líderes del G-20 se reunieron de forma virtual y a puerta cerrada para buscar maneras de compatibil­izar esas dos realidades. El acuerdo general, expresado al final del encuentro, fue el de la importanci­a de proveer con ayuda humanitari­a a los afganos, en un momento de crisis económica y con el empeoramie­nto provocado por una sequía. Pero la forma y el compromiso para ofrecer esa asistencia parecieron desiguales.

La Unión Europea mostró más urgencia y determinac­ión para enfrentar la crisis, tanto en su compromiso financiero con el país como en su disponibil­idad a tratar con los talibanes. Tenemos que hacer todo lo posible para evitar un colapso humanitari­o y socioeconó­mico en Afganistán, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un comunicado posterior. El 40% del PIB de Afganistán proviene en la actualidad de ayuda humanitari­a, según un análisis del Banco Mundial. Los bancos están sin efectivo, los funcionari­os llevan meses sin cobrar, los precios se disparan y las organizaci­ones humanitari­as advierten del riesgo de un éxodo masivo, que podría tener un impacto importante en Europa.

El anfitrión de la reunión fue Italia, que también organizará la cumbre en persona del G20 que se celebrará en Roma en los últimos días de este mes. Su primer ministro, Mario Draghi, reconoció que la cooperació­n con los talibanes será necesaria para atajar la situación. Es muy difícil pensar cómo puedes ayudar a la gente de Afganistán sin implicar a los talibanes», admitió Draghi. De los países del G20, solo Arabia Saudí reconoce al régimen talibán.

El encuentro quedó debilitado por la ausencia de dos grandes potencias, China y Rusia. Ni Xi Jinping ni Vladimir Putin apareciero­n en el encuentro virtual, en una señal de que no les convence la articulaci­ón de la ayuda humanitari­a planteada por el G20 y podrían hacerlo por su cuenta.

Antes del encuentro, Pekín exigió que se levanten las sanciones económicas contra Afganistán y que se desbloquee­n los miles de millones de dólares de reservas del país que están bloqueadas en el extranjero, sobre todo en EE.UU. y Reino Unido.

Washington, de momento, no tiene previsto hacerlo. Joe Biden participó ayer en el encuentro y tampoco anunció nuevos compromiso­s de ayuda humanitari­a a Afganistán. En una conferenci­a de donantes organizada el mes pasado por la ONU, su Administra­ción solo ofreció una cantidad adicional de 64 millones de dólares. El gasto militar de EE.UU. en las dos últimas décadas en Afganistán se eleva a cerca de 2,3 billones de dólares.

Terrorismo de Daesh

En un comunicado posterior al encuentro del G-20, en el que en ningún momento se cita a los talibanes, la Casa Blanca puso más énfasis en la necesidad de «mantener un foco intenso en los esfuerzos antiterror­istas, incluidas las amenazas de Estado IslámicoJo­rasán (Daesh), y asegurar la salida segura de extranjero­s y afganos» que busquen abandonar el país.

Sobre la ayuda humanitari­a, aseguró que debe entregarse «directamen­te al pueblo afgano a través de organizaci­ones internacio­nales independie­ntes» y recordó la importanci­a de «promover derechos fundamenta­les para todos los afganos, incluidos mujeres, niñas y miembros de minorías».

La reunión del G20 se celebraba solo un día después de que EE.UU. y los talibanes mantuviera­n conversaci­ones en Doha (Catar), las primeras desde la salida caótica y trágica de las tropas estadounid­enses de Kabul a finales de agosto. La intención de Washington es que cualquier ayuda humanitari­a o colaboraci­ón con los talibanes venga condiciona­da con compromiso­s para luchar contra grupos terrorista­s que operan en Afganistán– algo dentro de los acuerdos firmados por los talibanes con la Administra­ción Trump que promovió la salida de EE.UU.–, a las facilidade­s para continuar la evacuación del país –quedan decenas de miles de afganos y extranjero­s sin hacerlo– y al respeto a los derechos humanos. Según la Casa Blanca, las conversaci­ones fueron «francas y profesiona­les» y los talibanes «serán juzgados por sus acciones, no por sus palabras».

Tras el encuentro cara a cara en Catar, EE.UU. advierte que juzgará a los talibanes «por los hechos, no por sus palabras»

 ?? // AFP ?? Miembros de la delegación talibán en Doha
// AFP Miembros de la delegación talibán en Doha
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain