Sin importancia
España queda esquinada en Washington, y Sánchez mira hacia otro lado
DAVID
ALANDETE
Pocas veces me ha pasado que mis oídos no crean lo que acaban de escuchar en una visita en el Capitolio y tenga que salir de la sala un momento para reproducir mi grabación, porque estoy seguro de haberme equivocado. Me pasó la semana pasada durante el testimonio de la elegida para ser embajadora en España. En efecto, el senador Bob Menéndez dijo que España está «fuera de la democracia y los derechos humanos» por su política latinoamericana.
Al día siguiente, después de que ABC publicara la información, un portavoz de Exteriores restó importancia al asunto en una conversación con mi compañera Angie Calero, a quien le dijo que es «la opinión de un diputado, no del Ejecutivo».
Van desencaminados. Menéndez es uno de los más influyentes asesores de Joe Biden en política exterior. La comisión que preside, la de Exteriores en el Senado, es el foro en el que se forjan alianzas, uno de los pocos organismos que trabaja con consenso en Washington.
Por eso es todavía más preocupante esta clara hostilidad hacia España, que emana de lo que EE.UU. percibe como una renuncia española a la defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela y Cuba. Es un punto de consenso, ya no es sólo cosa de los republicanos, sino de estos y los demócratas.
Aún recuerdo a la anterior vicepresidenta española, Carmen Calvo, alegando que unas duras críticas a la «violencia y acoso» del Ejecutivo español contra periodistas, recogidas en un informe sobre derechos jumanos del departamento de Estado de EE.UU., eran «el último coletazo de Trump». No es así. El relevo en Washington, de republicanos a demócratas, ha demostrado que la animosidad se mantiene.
¿Qué significa esto? Un claro efecto se vio ayer. Biden invitó a 30 países, incluidos Francia y Alemania, a un foro para coordinar una respuesta a los ciberataques rusos y chinos. A España le interesaba estar en esa mesa, pues los ciberataques nos cuestan millones cada año. Pero quedó fuera. Preguntamos en una llamada a un funcionario de EE.UU. por las ausencias, y la respuesta fue reveladora▶ «Están nuestros socios más estrechos». ¡Y para el Gobierno español sigue sin haber un problema!