Marín agita el miedo a un gobierno andaluz con Vox o Podemos
► Suprime la Fundación Audiovisual Pública Andaluza, cuyo mayor gasto eran sueldos
Tanto Ciudadanos como el PP se sienten cómodos ocupando los sillones verdes del Gobierno andaluz. Ninguno de los dos quiere cambiar de pareja de baile y, desde luego, tampoco compartir parcelas de poder con Vox, cuya propensión a buscar golpes de efecto constantes para acaparar la atención les causa recelos. Que sus deseos se cumplan va a depender del resultado que arrojen las urnas en las elecciones autonómicas de 2022. Pero, de entrada, la portavoz adjunta de Vox en el Congreso, Macarena Olona, que está rumiando ser la candidata a la Junta –en gran parte, dependerá de las encuestas–, ya ha verbalizado que quiere «entrar» en el Palacio de San Telmo. Los de Santiago Abascal se han cansado de su papel como mero apoyo parlamentario al Ejecutivo, al que afean que «no tiene ninguna voluntad en cumplir los acuerdos alcanzados».
En medio de la dura competencia que se libra por la derecha, Ciudadanos se presenta como una garantía de moderación y agita como un espantajo el fantasma de un gobierno con Vox, al que equipara con Podemos. «Si Vox llegara al Gobierno andaluz, arrasaría con el Estado de Derecho», proclamó ayer Juan Marín, vicepresidente de la Junta. «Devolvería a menores no acompañados a sus países de origen y acabaría con derechos adquiridos» alcanzados durante 40 años de democracia por colectivos como el de Lgtbi. De la misma manera que Podemos «ha arrasado España» a través de un pacto con el PSOE que ha convertido el país en «una ruina» vendida a nacionalistas e independentistas, advirtió Marín.
El también coordinador regional de la formación naranja apuntó que «la intención es renovar el Gobierno del PP y Cs y que Vox y Podemos se queden en el banquillo». Un mensaje que secundaba el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, por parte del PP, presente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno semanal. Sin embargo, el también portavoz del Eje
Cs y el PP quieren reeditar su pacto. El vicepresidente andaluz es más duro y acusa a Vox de «arrasar el Estado de Derecho» si gobernara
cutivo rehuyó la confrontación directa con Vox, al que quiere seguir teniendo de su lado para salvar el escollo de su minoría parlamentaria: «Este modelo del PP y Cs con el apoyo parlamentario de Vox funciona y la vocacion es repetirlo en la próxima legislatura».
Marín nunca ha disimulado la incomodidad que le genera sentarse a la mesa con Vox, partido con el que rehusó retratarse cuando se formó el Gobierno tras 37 años de mandatos socialistas. Pero ahora ha subido los decibelios de sus críticas cuando se están negociando los próximos presupuestos de la Junta. No hay ninguna garantía de que salgan adelante con el apoyo de Vox, que facilitó al PP y Cs la aprobación de tres cuentas anteriores, ni con el del PSOE, cuya voluntad de acuerdo mira con «escepticismo».
Vox tampoco se anda con sutilezas a la hora de polemizar. Olona se descolgaba ayer en una entrevista en Okdiario con el siguiente titular: «Juan Marín es un flojo y Ciudadanos tiene la irrelevancia que merece». El aludido no pudo callarse y le contestó a la diputada nacional por Granada: «No se puede venir a Andalucía de viaje de fin de semana con el bolso debajo del brazo para decirles a los votantes lo que quieren oír» y «para insultar».
‘Administración paralela’
El relato de Vox para romper relaciones con PP y Cs es que no están llevando a cabo las recomendaciones recogidas en las auditorías independientes encargadas hace más de un año para reducir los 54 entes instrumentales. Vox bloqueó la creación de una comisión de estudio de los informes.
El Gobierno andaluz ha dado algunos pasos para adelgazar la ‘administración paralela’. Ayer autorizó la extinción de la Fundación Audiovisual Pública Andaluza, que manejaba un presupuesto de 455.022 euros en 2020, que se redujo este año a 201.000 euros. Bendodo enmarcó la supresión de esta entidad «absolutamente prescindible» dentro de la reordenación del sector público. El consejero puso de relieve que dedicaba «más de 300.000 euros» de su presupuesto a gastos de personal. Con la extinción, sus cinco empleados «vuelven a sus puestos en la RTVA».