Alud de peticiones en la industria al fondo de rescate del Gobierno
▶ La SEPI reúne expedientes que suman más de 4.000 millones de euros
La industria española sigue copando la lista de sectores más necesitados de liquidez tras el golpe del virus. Bien lo conocen en el Fondo de Apoyo a la Solvencia para Empresas Estratégicas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), donde las peticiones desde este sector al ‘bote salvavidas’ del holding público siguen entrando a pesar de la recuperación económica. Ayer, la SEPI reconoció en un comunicado que estudiaba hasta cuatro rescates más provenientes desde el sector de la industria y la construcción. Son los casos de Vicinay, Imasda, Isastur y Pacadar –filial de OHLA–, aunque no ha trascendido la cantidad solicitada.
Estos nombres se suman al listado de empresas del tejido industrial español que necesitan la ayuda del Estado de forma temporal y entre las que se incluyen algunas de las peticiones más cuantiosas. Entre ellas, la de Celsa, la más abultada. La siderúrgica continúa esperando noticias del fondo para empresas estratégicas más de medio año después de comenzar los trámites para recibir préstamos por 700 millones. Por 290 millones también aguarda Técnicas Reunidas, que atribuyó la necesidad del rescate al impacto en su cartera de pedidos por la pandemia, que ha sido «más profunda y larga de lo esperado», según aseguró Juan Lladó, presidente ejecutivo de la empresa, tras hacer pública la solicitud este verano.
Mención especial merece Abengoa, que continúa su gran culebrón con el fondo de rescate. La SEPI sigue estudiando la solicitud de su filial, Abenewco,
que pide de urgencia la ayuda estatal para completar el pago de nóminas de sus más de 13.000 empleados. Además, el rescate de 249 millones es condición ‘sine qua non’ para vender parte de la filial al fondo estadounidense Terramar, cuya inyección de liquidez serviría también para aliviar sus cuentas.
En cualquier caso, más allá de la crisis del Covid-19, los ejemplos anteriores venían ya lastrados por la deuda acumulada en los ejercicios anteriores a la pandemia. Una carga que afecta también a una de las empresas ya rescatadas, Duro Felguera, que sigue sin recibir la segunda parte del rescate de 120 millones a falta de encontrar un socio inversor para fortalecer su capital. Una inyección que ayudaría a acelerar los compromisos que la SEPI impuso a la compañía asturiana para recibir el montante total de la ayuda.
Al caer sí que está la ayuda a Airtificial. La compañía comunicó ayer a la CNMV la «inminente» resolución de su rescate por parte de la SEPI.
Precios de la luz
Las peticiones al fondo para empresas estratégicas podrían incrementarse en los próximos meses. Porque lo cierto es que los últimos tiempos están siendo poco amables con buena parte de los sectores industriales a los que, en plena recuperación de la demanda, les ha tocado lidiar con dos nuevos frentes los precios de la luz y energía más altos de la historia y la crisis de materias primas. La primera sigue machacando al tejido industrial. Sobre todo a las industrias electrointensivas que engloba a las empresas metalúrgicas, químicas, siderúrgicas, y de gases industriales. Con precios que ayer superaron los 231,82 euros el megavatio/hora, algunas fábricas han decidido parar sus plantas. El grupo vasco dedicado a la siderúrgica, Sidenor, anunció esta semana el freno a su producción durante 20 días hasta el 31 de diciembre por el alto coste de la electricidad. Una iniciativa a la que se ha sumado también la empresa de fertilizantes Fertiberia, que anunció el miércoles parones de actividad en su planta de Palos de la Frontera (Huelva) por el elevado precio del gas natural.
Ante la coyuntura, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) lanzó la voz de alarma por los efectos que estas subidas puedan tener también en el empleo. «Nos tememos que la rebaja salarial, el incumplimiento de la normativa laboral o directamente el despido sean opciones de futuro de las empresas para mantener sus beneficios o evitar su desaparición», explicaron en una nota.
Por otro lado, también repercute en el sector los altos precios de las materias primas. Una problemática que se sigue alargando en el tiempo por la escasez de materiales y el cuello de botella existente en el tranposrte marítimo mundial, tras la recuperación del consumo y la increíble demanda que han despertado los planes de recuperación estatales en todo el planeta. Especialmente preocupante está siendo en el sector de la construcción. Según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), cuatro de cada diez empresas han paralizado o abandonado sus obras por la subida de precios de las materias primas.
La SEPI, acelera
Ahora, la SEPI quiere acelerar en los procesos de resolución, después de 16 meses –el fondo se creó en julio de 2020– poco productivos. Desde el mes de marzo tan solo se han resuelto las peticiones de Tubos Reunidos (112 millones de euros), el de la compañía acerera Rugui Steel (25 millones) y el de Hotusa (241 millones). Mientras que previamente a estos rescates, tan solo se llevaron cuatro al Consejo de Minsitros. El de Air Europa por 475 millones; el de Ávoris, por 320; además de Duro Felguera (120) y Plus Ultra (53).
En total, siete rescates y 1.346 millones repartidos en los 16 meses que lleva activo el mecanismo dotado con 10.000 millones de euros, desde que en julio de 2020 fuera aprobado por el Gobierno como medida estrella para paliar el golpe del virus a la economía española. Unas cifras muy lejanas a las previsión de concesiones del holding público en el nacimiento del fondo. De hecho, la propia SEPI reconoce en las cuentas del Fondo de Solvencia para Empresas Estratégicas que al cierre de 2020 esperaba otorgar ayudas por un valor de 3.000 millones de euros. Sin embargo, al cierre del año pasado tan solo se confirmó el rescate a Air Europa. En julio, el Gobierno reconoció 66 peticiones de empresas por un total, según fuentes empresariales, de más de 4.000 millones de euros.