ABC (Andalucía)

Olazábal y Sergio García, dos espejos para Cabrera Bello

► El canario debe limar cuatro golpes para emular a los españoles que han logrado ganar dos semanas seguidas

- MIGUEL ÁNGEL BARBERO

Rahm, sin meter un putt y agotado mentalment­e, no pasó el corte y se tomará un mes de descanso hasta la final de la Race to Dubai

El mundo del golf es de lo más extraño. Igual estás arriba que abajo en función de que la bola bote para un sitio u otro; o, lo que es más inquietant­e, con el mismo nivel de juego se puede pasar de la cabeza de la clasificac­ión a los últimos lugares sin una razón que lo justifique. Y esto es lo que le ha sucedido a Jon Rahm en las dos últimos torneos. Después de un esperanzad­or arranque en el Open de España, de repente se vino abajo el fin de semana sin una razón aparente. Los putts que antes teledirigí­a dejaron de entrar como por arte de magia y el pasado domingo se alejó de los puestos cimeros, lo que abrió la puerta del triunfo a un Rafa Cabrera, que se lo tuvo que pelear a Adri Arnaus en un vibrante desempate.

Se suponía que la vuelta a Valderrama iba a resultar un bálsamo para el vasco, pues es un campo que le gusta y donde ya fue segundo la anterior vez que participó. Pero ni por esas. Los greens volvieron a negársele, sobre todo el primer día, al no alcanzarlo­s tampoco en regularida­d y perderse mucho fuera de las calles. Acabó la ronda con siete arriba después de no firmar un solo birdie, un premio que ayer no llegó hasta el hoyo 5. Es decir, 23 agujeros sin rebajar un golpe, algo insólito en su trayectori­a de número uno mundial.

Dado que el bajón continuó en toda la vuelta (acabó con más diez, cinco por encima del corte) y no estará el fin de semana, las esperanzas de victoria volvieron a centrarse en el canario Cabrera Bello. Durante algún momento llegó a situarse como líder y a soñar con igualar un registro histórico, pero también a él le pegó el mazo de Valderrama y terminó a cuatro golpes de Romain Langasque (-4), una distancia recuperabl­e para repetir victoria dos semanas seguidas. Este es un hito poco habitual para los españoles en los torneos que se celebran en nuestro país. De hecho, en los últimos tiempos solo lo han logrado Chema Olazábal (Open de Tenerife y Open Mediterrán­ea de 1992) y Sergio García (Masters de Castellón y Andalucía Masters de 2011).

Cañizares, primer español

Como todos los años, el recorrido de Guadiaro provoca una enorme sangría entre los jugadores participan­tes (únicamente doce de los 126 han bajado del par después de dos rondas). La parte positiva es que diez españoles siguen en acción y Alejandro Cañizares (-2) acecha al líder francés desde la sexta plaza. El madrileño es socio de este club y se lo conoce como la palma de su mano, por eso hay razones para ser optimistas de cara a otro éxito hispano de un golfista inesperado.

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// EFE Cabrera Bello y Jon Rahm, durante la jornada de ayer en Sotogrande

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