Las rentas bajas andaluzas tributan menos que en seis regiones del PSOE
► Pagan menos IRPF que en Aragón, Asturias, Baleares, Extremadura, Navarra y Valencia, según el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal ► Desde 2017 Andalucía ha mejorado once puestos en el ranking gracias a las sucesivas rebajas de impuestos
Las familias con rentas bajas y medias en Andalucía pagan menos impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) que en seis regiones gobernadas por el PSOE. Mientras el Gobierno prepara un plan para armonizar los impuestos cedidos a las comunidades, el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal de 2021 desmonta con cifras el mantra de que las rebajas fiscales aplicadas por el Gobierno andaluz del PP y Ciudadanos benefician a los ricos y perjudican a los pobres.
El ránking, elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad y la Tax Foundation, analiza, compara y clasifica los sistemas tributarios de todas las regiones y las tres diputaciones forales vascas. Según este informe, Aragón, Navarra, Baleares, Asturias, Extremadura y la Comunidad Valenciana imponen una presión fiscal más alta que Andalucía a las rentas bajas y medias-bajas. Es decir, las familias con menos ingresos se tienen que rascar más el bolsillo en su declaración de la renta. El IRPF es un impuesto estatal, cedido en un 50% a las autonomías, que tienen la capacidad de fijar la mitad de la escala de gravamen y establecer deducciones.
El argumentario de la izquierda para atacar las reformas tributarias de la Junta de Andalucía no se compadece con la realidad de estos datos. La última revisión, la tercera en lo que va de legislatura, aprobada el pasado miércoles en el Parlamento, amplía las rebajas a la hora de pagar la hipoteca o el alquiler, tener un hijo o apuntarle a una academia de idiomas. Antes de que estas deducciones entren en vigor, Andalucía se sitúa en el octavo lugar en una clasificación que compara los tramos y tipos para las rentas bajas. Las familias con menos recursos pagan más en las tres diputaciones forales vacas, Navarra y Cataluña, que copan el podio, seguidas de Aragón (puesto 14), Asturias (13), Baleares (12), Extremadura (11) y Comunidad Valenciana (10). Madrid, Canarias, La Rioja y Galicia aplican la menor presión. Para calcular el indicador de las rentas bajas, el informe toma como referencia el IRPF que tributa un contribuyente con un sueldo bruto de 15.500 euros y otro de 19.300 euros. Cuanto más reducido es el IRPF, en mejor posición se ubica cada territorio.
Un contribuyente andaluz con un sueldo medio de 24.400 euros también paga menos impuestos que un aragonés, un valenciano, un extremeño, un balear, un asturiano o un navarro. En las rentas medias-bajas ocupa el puesto décimo de 19, según el ránking.
En las rentas consideradas como medias-altas para este estudio, las de contribuyentes con un sueldo bruto de 45.000 euros, Andalucía baja al duodécimo puesto. Navarra es donde más IRPF se paga, seguida de Extremadura, Aragón y Baleares. Tampoco hay una correspondencia entre el color del gobierno y la fiscalidad. Entre las capas de contribuyentes con más ingresos, los castellanos manchegos, asturianos y canarios tributan menos que los andaluces. Vascos y madrileños se benefician de la presión más baja.
Antes de que las familias andaluzas noten en su bolsillo el ahorro de la última reforma del IRPF, esta comunidad ya había escalado cuatro puestos hasta la séptima posición en el ránking de las más atractivas desde el punto de vista fiscal. La mejora se debe, según el informe, a las rebajas aplicadas a tributos cedidos parcialmente –como el IRPF en el año 2019– o en su totalidad, como el Impuesto sobre el Patrimonio (reformado en 2021), el de Actos Jurídicos Documentados, popularmente conocido como impuesto de las hipotecas, o el de Transmisiones Patrimoniales, que se abona al comprar una vivienda de segunda mano y que en abril de 2021 pasó a tener un tipo general del 7%, en lugar del 8%, 9% y 10% estipulado hasta entonces.
Mejora en la clasificación
El 80% de los contribuyentes andaluces que presenta la declaración de la renta podrán acogerse a algún tipo de deducción
Andalucía ha sido, junto con Castilla y León, Murcia y Extremadura, la comunidad autónoma que «más mejora su competitividad fiscal». Desde 2017 hasta 2021 ha subido de la decimosexta a la séptima posición, la quinta si se agrupan las tres provincias vascas que se comparan por separado.
En 2018, el último año del Gobierno de Susana Díaz (PSOE) ya escaló al puesto duodécimo porque elevó a un millón de euros el mínimo exento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, una demanda que Ciudadanos ha
bía puesto a la entonces consejera y hoy ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como condición indispensable para sacar adelante las cuentas de la comunidad de dicho año.
A este ránking se refirió ayer el consejero de Hacienda y Financiación Europea de la Junta, Juan Bravo. «Hemos puesto en menos de tres años a Andalucía a competir con la tercera o la cuarta comunidad de España con tributación más asequible», proclamó durante un encuentro informativo de Europa Press Andalucía. «Estábamos la 16 de 19 y pasamos a la séptima; ahora, tras la reciente aprobación de la Ley de Tributos Cedidos, hemos adelantado dos posiciones y somos la quinta comunidad», abundaba. Además, dejó entrever que ya queda poco margen para una futura bajada de impuestos▶ «Hemos realizado el esfuerzo más grande que podíamos hacer».
Con el nuevo texto legal, presentado por el Ejecutivo de coalición como la «tercera gran bajada» de impuestos desde que llegó al poder en 2019, se amplían las deducciones que afectan a la compra y el alquiler de vivienda habitual; a familias monoparentales con mayores o dependientes a su cargo; o para gastos educativos. Además, se establece una rebaja en el IRPF por invertir en sociedades creadas o participadas por universidades o centros de investigación o por realizar donativos con fines ecológicos.
Reforma para la mayoría
En lo que respecta al IRPF, el consejero de Hacienda subrayó que el 80% de los contribuyentes que presenta la declaración de la renta podrá beneficiarse de las deducciones recogidas en la reforma fiscal. Suben los límites máximos de renta de los beneficiarios, que se sitúan en los 25.000 euros si la tributación es individual –cuando antes el tope era de 19.000 euros–, y en los 30.000 euros si la tributación se realiza de forma conjunta, cuando antes el límite era de 24.000 euros.
La reforma aumenta los colectivos beneficiarios, que abarcan un amplio espectro que va desde las víctimas de violencia doméstica y de terrorismo a los residentes de municipios de menos de 3.000 habitantes. Además, hay más deducciones para jóvenes menores de 35 años, mayores de 65 años, familias numerosas, y personas con discapacidad al elevar los máximos de renta de los contribuyentes que se pueden beneficiar, «lo que nos permite poder llegar a un mayor número de personas hasta completar una bajada de impuestos para todos», subrayó el responsable autonómico.
Tanto el PP como Cs defienden que gracias a la bajada de impuestos se favorece el consumo y, en consecuencia, crecerá la recaudación, como quedó patente en 2019. El consejero apostó por superar la dialéctica de ricos y pobres y de derechas e izquierdas▶ «No vamos a criminalizar a nadie porque tenga mucho dinero». Según el citado ranking de competitividad, las clases medias y las familias más modestas también van a salir ganando.