China se ralentiza por la crisis inmobiliaria y por la falta de electricidad
La economía china rebotó el año pasado tras el estallido de la pandemia y fue la única gran nación que acabó creciendo, pero no termina de despegar por sus fuertes restricciones para prevenir el coronavirus y problemas estructurales. Sumando los brotes de este verano, los cuellos de botella en los puertos, la crisis de la endeudada inmobiliaria Evergrande y los apagones por falta de carbón, todo ello ha coincidido durante el tercer trimestre ralentizando el crecimiento económico chino. Según anunció ayer el Buró Nacional de Estadísticas, el Producto Interior Bruto (PIB) solo subió un 4,9% interanual entre julio y septiembre, muy por debajo del 7,9% del segundo trimestre y de las expectativas de los analistas. Tras el rebote del 18,3% alcanzado durante los tres primeros meses de este año, se trata de la cifra más baja, cuando la economía china empezó a desacelerarse por la difícil vuelta a la normalidad tras el control de la epidemia en Wuhan.
Frente a la estrategia de convivir con el virus adoptada en Europa y Estados Unidos para evitar nuevos confinamientos que hundan la economía, China sigue aferrada a su estricta política de ‘Covid 0’. Con su cierre de fronteras y limitaciones de movimientos para estudiantes, profesores y funcionarios, así consigue mantener a raya el coronavirus, cuyos brotes de este verano fueron sofocados con confinamientos y pruebas masivas. Pero están pasando factura a la economía junto al reciente estallido de dos de los más serios problemas estructurales que tiene el país▶ la burbuja inmobiliaria y el elevado endeudamiento que sufren sus constructoras y los apagones y racionamiento de electricidad en fábricas y hogares por la falta de carbón.
Con una subida del PIB de solo el 0,2% con respecto al trimestre anterior, esta tormenta perfecta de verano amenaza con traer un crudo invierno a China. Dañada por la crisis energética que sufre el gigante asiático, que se ha agravado por el boicot político al carbón australiano y las recientes inundaciones en la provincia minera de Shanxi, la producción industrial se ralentizó al 3,1% en septiembre. Pero las ventas al por menor, que demuestran la confianza de los consumidores, subieron hasta un 4,4%, por encima del 2,5% de agosto, gracias a la relajación de los controles tras atajar los últimos brotes del coronavirus.