ABC (Andalucía)

El nombre que Putin no pronuncia

- RAFAEL M. MAÑUECO

lexéi Navalni, de 45 años de edad y abogado, se dio a conocer en 2008 como activista anticorrup­ción a través de su blog. Más adelante crearía su principal plataforma para llevar a cabo su cruzada contra la podredumbr­e en las altas esferas, la Fundación para la Lucha contra la Corrupción (FBK en sus siglas en ruso), organizaci­ón ahora fuera de la ley y catalogada por la Justicia rusa como «extremista».

Navalni adquirió mucha popularida­d en diciembre de 2011, cuando encabezó las mayores movilizaci­ones vistas en Rusia desde los años 90 para denunciar el fraude electoral en las legislativ­as que dieron entonces la victoria al partido del Kremlin, Rusia Unida. Vladímir Putin nunca ha pronunciad­o su nombre. Se refiere al él como «ciudadano».

En marzo de 2012, el principal adversario político del Kremlin logró obtener el segundo puesto, con más del 27,5% de los votos, en los comicios a alcalde de Moscú. Su éxito puso en guardia al Kremlin y, en febrero de 2018, fue inhabilita­do para ocupar cargos públicos por delitos que él siempre consideró amañados. El objetivo de tal medida era impedir que pudiera presentars­e a las presidenci­ales de ese mismo año.

Las críticas que llegaban desde el exterior por el acoso a Navalni y al conjunto de la oposición, no detuvieron al Kremlin. Muy al contrario, el principal disidente de Rusia fue condenado contanteme­nte a penas de prisión, la mayor parte por convocar manifestac­iones. El opositor también ha desenmasca­rado corruptela­s e irregulari­dades perpetrada­s por destacados miembros de la élite rusa.

En agosto de 2020, Navalni fue envenenado con la sustancia de uso militar Novichok mientras hacía campaña en Tomsk (Siberia) a favor de candidatos opositores. Estuvo en coma varias semanas en un hospital de Berlín. Todavía convalecie­nte en Alemania, en diciembre, el Comité de Instrucció­n de Rusia inició contra él una nueva causa penal y el líder opositor fue detenido nada más regresar a Rusia. El pasado mes de febrero un tribunal decidió levantar la suspensión de una antigua sentencia, y actualment­e cumple una pena de más de dos años. La última maniobra contra él es acusarle de estar implicado en actividade­s «extremista­s», que puden suponer penas de 10 años de cárcel.

A

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain