Más de 40.000 euros al mes por ir como mercenarios al Yemen
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CORRESPONSAL EN BERLÍN
Con formación especializada de las tropas de élite alemanas y a sueldo del mejor postor. Ese era el planteamiento del grupo de mercenarios desmantelado por la Policía alemana. La Fiscalía Federal y la Policía Criminal Federal detuvieron a primera hora del miércoles a dos exmiembros del Ejército alemán, Arend-Adolf G. y Achim A., que habrían reclutado un ejército mercenario privado conformado por unos 150 hombres. El fiscal general alemán, Peter Frank, les acusa de delitos graves, según información desvelada por el semanario ‘Der Spiegel’. Su modelo de negocio consistía en ofrecer a gobiernos extranjeros la solución a problemas en el exterior. Habían ofrecido sus servicios, por ejemplo, al Gobierno de Arabia Saudí para misiones especiales ilegales en Yemen que iban a llevarse a cabo bajo apariencia de misiones humanitarias. Allí, Arabia Saudí lleva años luchando contra la influencia de los rebeldes hutíes, quienes a su vez cuentan con el apoyo de Irán. Querían ‘pacificar’ la zona de la guerra civil y forzar las negociaciones de paz entre los rebeldes hutíes y el Gobierno yemení, según el comunicado de la Fiscalía Federal. A medio plazo, tenían planes para participar en otras zonas de guerra.
La detención de los dos sospechosos tuvo lugar en el distrito de Breisgau-Hochschwarzwald y en Múnich, donde situaban su cuartel general. También se han llevado a cabo en la madrugada de ayer registros en los apartamentos de los acusados y otras cuatro viviendas en Baviera y Baden-Württemberg. Las acusaciones contra estos dos cabecillas son extensas y serias. La Fiscalía federal acusa a G. y A. de reunirse para asesinar y tomar rehenes. También acusa a los dos hombres de tener planes para cometer crímenes de lesa humanidad y existe la sospecha de que formaban una organización terrorista que se ofrecía para servicios militares en el extranjero. Reclutaban a sus hombres entre los grupos de élite del Ejército y la Policía alemanes y ofrecían un salario mensual de más de 40.000 euros, muy por encima de la retribución de estos profesionales.
La prensa alemana asegura que Arend-Adolf G. y Achim A. estuvieron activos anteriormente para la controvertida empresa de seguridad Asgaard, después de su tiempo activo como paracaidistas en el Ejército alemán. G. ejerció incluso como director gerente de la empresa que ha estado en el punto de mira de las autoridades durante años porque reclutaba a exmiembros de unidades especiales. Hasta ahora, la empresa era más conocida por sus servicios de seguridad en Irak.