La incertidumbre dispara la compra de coches diésel en el mercado de ocasión
∑La crisis de semiconductores ha frenado la producción originando un tapón en los seminuevos ∑Desde la patronal de concesionarios piden incentivos para la compra de coches eléctricos de segunda mano
La crisis de los microchips ha empujado a miles de potenciales compradores de coche, arropados por el ahorro familiar generado durante la pandemia, a intentar acceder al mercado de vehículos de ocasión (V.O.). Pero pese a lo que se podría llegar a pensar, esto no ha generado un incremento en el número de las operaciones de compra venta, ya que esta misma crisis ha provocado una falta de V.O. de corta edad, por lo que la demanda es superior a la oferta. Y como consecuencia final, se ha disparado el porcentaje de las ventas de los coches diésel y de más de diez años, es decir, el efecto completamente contrario al deseado de cara a conseguir los objetivos de rejuvenecimiento del parque y de descarbonización.
La previsión en el mercado de segunda mano apunta a que las ventas de automóviles de más de diez años crecerán un 8% en 2021, hasta situarse en 1.174.903 unidades, concentrando el 60% de las operaciones, según datos de la consultora MSI para la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam), dados a conocer esta semana durante la jornada Espacio V.O. celebrada en la Fundación Pons de Madrid.
Según José Manuel López, director Comercial de MSI, la oferta de vehículos jóvenes, con edades de entre 4 y 5 años es muy inferior a la demanda por parte de los potenciales clientes, con una brecha que es si cabe mayor en los modelos eléctricos y electrificados. La falta de componentes electrónicos, chips, semiconductores y otros componentes ha paralizado líneas de producción en las fábricas y, como consecuencia directa, no se ha podido cubrir la demanda de quienes necesitaban comprar coches nuevos, que se han visto obligados a acudir al mercado de segunda mano y han elegido los modelos con menos de cinco años desde su matriculación, que precisamente son los que más escasean.
Las flotas de las empresas alquiladoras, por ejemplo, no han podido renovarse con coches nuevos y no han cambiado los que ya tenían, que son los que generalmente entran en el mercado de ocasión joven, originando otro tapón en el mercado del V.O.
No hay oferta suficiente
Según Raúl Palacios, presidente de Ganvam, en la actualidad el cliente no dispone de oferta suficiente ni de incentivos para la compra de vehículos seminuevos eficientes, por lo que «el protagonismo de los usados más antiguos va a seguir estando presente en el mercado de segunda mano».
Desde Ganvam llaman la atención sobre la necesidad
de garantizar una transición ecológica justa en términos sociales, lo que, a su juicio, pasa por articular incentivos al achatarramiento y a la compra del usado joven. Para la patronal de la distribución el hecho de que las ventas de vehículos de más de diez años vayan a superar en más de un 30% a las de nuevos en 2021 evidencia que, «más allá del indudable impacto sobre el ‘stock’ que está teniendo la crisis de los chips, hace falta apoyar a las familias con menor renta en su cambio hacia un vehículo eficiente».
Este mismo argumento es válido para el responsable de Das WeltAuto España, Antonio García. Según las cifras que maneja, las ventas de coches electrificados de V.O. rondan ya el 3% «pese a que los actuales planes de incentivos como el Moves III solo contemplan ayudas para los vehículos de ocasión de hasta nueve meses de antigüedad» Esto se traduce desde su punto de vista en que «si en el concesionario tenemos un V.O. eléctrico de más de nueve meses, aunque su venta contribuya a la renovación del parque con un coche de cero emisiones, el comprador no recibe por ello ningún incentivo».
Entre los problemas que los compradores siguen viendo respecto al coche eléctrico destaca, según José Manuel López, el precio «que sigue siendo demasiado alto, así como las recientes subidas del precio de la luz, aunque en realidad con dos euros puedes recorrer con un coche eléctrico más de 100 kilómetros, lo cual es mucho más barato que con un diésel». A ello hay que añadir la poca disponibilidad de vehículos eléctricos en ‘stock’, las dudas acerca de la autonomía, el estado de la batería, o el escaso conocimiento de la movilidad eléctrica. Las ventas de usados cien por cien eléctricos –aunque apenas supondrán todavía el 0,5% del total– alcanzarán las 9.865 unidades a cierre de año, lo que supone un aumento de casi el 84% en un contexto en el que el mercado de ocasión se situará un 6% por debajo de las cifras conseguidas en 2019, antes del Covid.