SOROS Y TRUMP EXTIENDEN SUS TENTÁCULOS EN PLENA CRISIS DE FACEBOOK
Nacidas desde extremos ideológicos opuestos, ambas plataformas –Good Information y Truth Social– tienen, a pesar de todo, puntos en común. Las dos ven en las grandes tecnológicas al enemigo y consideran que el público está mal informado
Mark Zuckerberg anunció esta semana el cambio de nombre de su criatura, Facebook, en una presentación distópica en la que anunció que, a partir de ahora, la compañía se llamará Meta. El genio que creó la red social –con otros compañeros– desde una habitación de residencia universitaria de Harvard paseó su apariencia robótica por los mundos de fantasía virtual –el metaverso que inspira el nuevo nombre de la compañía– con los que quiere ejecutar la próxima revolución tecnológica y social para –de forma paradójica– «acercar a la gente».
Zuckerberg estaba encantado de cerrar la puerta de Facebook y abrir la de Meta, llena de avatares, experiencias increíbles desde la soledad acompañada de tus gafas 3D, escenarios imposibles y oportunidades infinitas. Es posible que en la obsesión de Zuckerberg por el metaverso –lleva mucho tiempo en ello y anunció el cambio de foco de la compañía ya este verano– y en el cambio de nombre ayude que Facebook es una marca deteriorada.
El Facebook-red social es un engorro de comparecencias de Zuckerberg en el Congreso, escándalos de filtraciones y acusaciones de monopolio y, sobre todo, de convertirse en un espacio tóxico y nocivo para sus usuarios y la democracia.
Extremos ideológicos
Una de las críticas más habituales contra Facebook es que no hace lo suficiente para evitar que la desinformación –política, sucesos, pandemia– y la polarización (ambas van de la mano con frecuencia) se propaguen en sus redes sociales. Casi al mismo tiempo que las recientes revelaciones de los ‘papeles de Facebook’ cuestionan que esta plataforma sea idónea para acceder a información creíble, surgen proyectos mediáticos para hacer frente al poder de esta red social. Y lo hacen desde extremos ideológicos. A la vez que se ventilan las acusaciones contra Facebook y Zuckerberg basadas en los documentos filtrados por Frances Haugen, una ex ejecutiva de la compañía, George Soros y Donald Trump han impulsado sus propias aventuras en los medios.
La de Soros, adalid y financiador global de causas progresistas, se llama Good Information Inc. Tiene el respaldo principal de otro multimillonario izquierdista, Reid Hoffman, uno de los fundadores de LinkedIn e inversor de muchas empresas tecnológicas de éxito cuando daban sus primeros pasos, desde Airbnb al propio Facebook (él posibilitó el primer encuentro entre Zuckerberg y el inversor Peter Thiel y también metió dinero cuando era una ‘startup’).
La compañía, presentada esta misma semana, se define como «una incubadora cívica que invierte en nuevos modelos de negocio y soluciones inteligentes para combatir la desinformación allá donde ocurra a través del incremento de información buena online».
Gran parte de lo que hará Good Information será poner dinero en medios locales y en otros de nueva creación. Pero, en el anuncio de su proyecto, también advierte de que hay «una necesidad urgente de regulación de las plataformas de redes sociales» y que hay que «invertir en nuevos modelos que valoren más ofrecer verdad frente a ‘clickbait’ a las comunidades a las que sirven» y «proteger la democracia frente a los beneficios».
En una alusión indisimulada a Facebook, asegura que la «desinformación orquestada, alimentada y amplificada por algoritmos sesgados es la mayor amenaza» a la democracia.
Causas progresistas
Hoffman, Soros y otros multimillonarios son quienes lo financian, pero al frente estará Tara McGowan, una estratega del partido demócrata que hasta ahora hacía algo similar en Acronym, una organización que creaba medios y soluciones tecnológicas para las causas progresistas. Por ejemplo, la inversión de cien millones de dólares en una campaña digital para derrotar a Donald Trump en las elecciones de 2020. O también la financiación de Courier Newsroom, que tenía una red de siete ‘webs’ de noticias en estados bisagra –los que deciden las elecciones– y que tuvo que enfrentarse a una reclamación ante las autoridades electorales por considerarse más un comité político que un medio de prensa.
«Si pudiera haber hecho las cosas de otra manera, habría sido más trasparente», ha asegurado ahora McGowan a Axios. La directora del proyecto dice que su «transparencia» se demuestra ahora con la revelación de que gente como Soros y Hoffman están detrás de ello.
McGowan ha defendido que Good Information no tendrá sesgo ideológico y que se financiarán medios de línea editorial conservadora siempre que su información se base en hechos. Pero entre los impulsores solo aparecen nombres implicados en el partido demócrata o en causas progresistas.