Envases con segundas vidas
El reciclaje y el ecodiseño permiten transformar en nuevos productos los envases de los contenedores
En España 38,9 millones de personas sostienen que separan a diario sus residuos. Su gesto de compromiso permite que, por ejemplo, 6 briks se conviertan en una caja de zapatos, 40 botellas de plástico en un forro polar y 80 latas de bebidas en una llanta para bicicleta. Esta segunda oportunidad hace posible también que 88 botes de conserva puedan ser reutilizadas como una olla de cocina, 22 botellas de plástico como una camiseta y 550 latas como una silla. Son las ventajas de la economía circular, que prolonga el ciclo de los productos y les dan segundas vidas. Separar y reciclar los envases facilita la creación de nuevos productos como otros envases, ropa, mochilas, sartenes o hasta separadores de carril bici. ¿Te has parado a pensar que tal vez muchas de las cosas que utilizas tienen parte de esos productos que una vez desechamos? Te contamos tan solo algunos ejemplos de sectores que apuestan por dar una segunda vida a los envases porque las posibilidades, gracias a la innovación y la tecnología, son casi infinitas.
Las marcas de belleza muestran su compromiso para limitar al máximo el impacto ecológico de sus productos, como hace Yves Rocher. Desde octubre de 2020 todos los envases de plástico de esta firma son 100% reciclados y reciclables. Dar una segunda vida a los envases figura en el ADN de Yves Rocher, como explica María Orea, responsable de Comunicación: «Antes de que la normativa europea regulara el uso del plástico, en 2009 lanzamos los primeros productos que ya estaban realizados con un 25% de PET reciclado». Un porcentaje que se fue incrementando y en 2019 relanza su línea capilar con botellas hechas de PET 100% reciclado y reciclable. Y ya hace un año que el 100% de las botellas que salen de nuestras fábricas están hechas de tereftalato de polietileno (PET) 100% reciclado y reciclable.
Eko-REC consigue que cada cinco millones de botellas de plástico se conviertan en productos propios para material de envasado, el sector del automóvil o el sector textil bajo su propia firma, Ekomodo, que fabrica mochilas, bolsas de tela, estuches, fundas de ordenador, cuadernos y carpetas portadocumentos. Zicla es otra empresa española que trabaja en la economía circular transformando los residuos en mobiliario urbano y apuesta por la movilidad sostenible fabricando separadores de carriles bici con material resultante del reciclaje de envases. (sartenes, cacerolas y otros elementos de cocción) fabricada en su totalidad a partir de aluminio reciclado procedente de latas de bebidas. También ha rediseñado sus bolsas de basura: «Se ha introducido plástico reciclado en la composición, hasta un 50%», explica Yolanda Fernández, directora de RSC y Comunicación Externa, quien adelanta que el centro está en proceso de ampliación de su red de ecoparques para facilitar la segregación de residuos a sus clientes, garantizando así la valorización para el reciclado. Y en más de una veintena de centros ha hecho realidad el proyecto Residuo Cero, que logra que ninguno de los residuos generados termine en el vertedero. Con parte de estos residuos orgánicos se fabrica el compost utilizado en el sustrato universal (abono para cultivos) que bajo su marca propia la empresa ha lanzado al mercado. «Decidimos avanzar en el ámbito de la circularidad. Establecimos una alianza con uno de los proveedores más importantes de sustrato en España (Semillas Batlle) y con nuestro socio en gestión de residuos (Saica)», aclara Fernández.
Cada vez son más las empresas que introducen material reciclado en sus envases y productos. Una segunda vida que no sería posible sin el gesto de millones de ciudadanos que depositan sus envases en el contenedor amarillo y azul, mostrando su compromiso con el planeta.