Calviño se impone a Díaz y cambia la última propuesta sobre la temporalidad
► El presidente de la CEOE contraataca: «La reforma laboral que nos cuentan no es la que quiere Europa. No van a conseguir su objetivo» ► La vicepresidenta segunda asegura que la derogación que pretende «no es un eslogan», como afirmó Calviño
Fase decisiva para la creación de un nuevo marco legal del mercado de trabajo, la reforma laboral, con nuevos ribetes de polémica interna. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, aseguró ayer durante una visita a Córdoba que se trabaja a fondo para conseguir que a finales de este mismo noviembre haya un acuerdo con los agentes sociales. En concreto, aseguró que en el próximo encuentro se producirá una «propuesta nueva» para reducir la tasa de la temporalidad. Una advertencia en toda regla sobre la inviabilidad de limitar al 15% la posibilidad de contratación temporal. Sin embargo, fuentes próximas al Ministerio de Trabajo aseguran que «por el momento se están estudiando posibilidades y no se ha retirado oficialmente el porcentaje del 15%». Explican, además, que «esta propuesta no era del Ministerio de Trabajo, sino que la incorporaron en la mesa los agentes sociales. Habrá que estudiar posibilidades, siempre somos flexibles, pero por ahora no se sabe si se llevará otra propuesta el próximo miércoles».
Calviño no descendió al detalle de ciertas cuestiones sobre el contenido, pero sí ha insistido en la total cohesión: «El Gobierno está alineado en una reforma laboral que mire al futuro, acordada con agentes sociales y espero un buen acuerdo». En estos momentos, aseguró, se están recabando los argumentos de los distintos ministerios para poner encima de la mesa una propuesta. El planteamiento temporal es el de tener un paquete cerrado de propuestas de aquí a finales de noviembre con el propósito. La finalidad, explicó, es una modernización del marco normativo que reduzca la precariedad, reduzca una temporalidad alta y garantice el reequilibrio entre las partes de la negociación colectiva.
Calviño tuvo ayer una agenda oficial en Córdoba marcada por reuniones con empresarios. Acompañó al Rey a la clausura del congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que preside Isidro Fainé, donde coincidió con buena parte de los ejecutivos de la gran empresa. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, era uno de los oradores de la cita.
En otro contexto distinto –el sindical–, la vicepresidenta Yolanda Díaz defendió su plan de derogación de la reforma laboral que firmó Fátima Báñez como algo más que un «eslogan», un concepto usado días atrás por Calviño. Díaz dijo estar «convencida» de que se va a alcanzar el acuerdo entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal. «Nuestra apuesta ha sido el diálogo, conseguir el acuerdo en la mesa de diálogo social. Esto no va de conflictos políticos, va de acabar con las normas que han llevado a la precariedad (...). Estoy convencida de que vamos a conseguir el acuerdo. No nos vamos a levantar de esa mesa hasta que lo consigamos», expresó Díaz durante la clausura de la Asamblea de la Revolución Ugetista de la Unión General de Trabajadores (RUGE-UGT).
Sobre los posibles mecanismos que se están barajando, Díaz especuló con varias posibilidades que estarían sobre la mesa de los agentes sociales: «Hay países que optan por fijar un límite, hay formulaciones que se están trabajando de si hacerlo en la negociación colectiva y hay una propuesta en la que coincidimos todos, que es volver a la causalidad. Es decir, que el contrato ordinario sea el indefinido y que habrá que justificar cuándo se acuda a un contrato temporal», informa Carlos Manso.
La patronal estalla
Quien se despachó ayer con intensidad fue Antonio Garamendi, en unas declaraciones realizadas a los medios tras su conferencia en el congreso de la CEDE. Aseguró que hay «una parte del Gobierno», que no citó por su nombre, que está proponiendo reformas «que no son las que pide Europa y no van a conseguir su objetivo». Garamendi, visiblemente molesto, aseguró que la propuesta de reforma que se le había puesto por delante el miércoles era exactamente la misma «que hace un mes» antes del sainete político entre Calviño y Díaz. En concreto, afirmó que la propuesta de acotar la tasa de temporalidad es perfectamente inaplicable en pequeñas y medianas empresas. A su juicio, se están mezclando dos conceptos que pueden ser diferentes: temporalidad y precariedad. Garamendi recordó a los políticos que las Administraciones Públicas presentan unas tasas de empleo temporal del 32%, frente al 22% de la empresa privada. Instó además a un análisis razonable. La propuesta del Gobierno es decretar hoy un 15% y llegar a 2050 con un 23%. La propuesta de la organización empresarial es tamizar los límites a la temporalidad en función de los sectores de actividad para introducir una corrección por su realidad productiva.
El presidente de la CEOE apretó sobre asuntos concretos de la propuesta de reforma laboral. Aseguró que la supremacía de los convenios sectoriales sobre los de empresa, que es la fórmula del Gobierno para reequilibrar las relaciones de negociación colectiva, no son bien vistas en Europa y que, de hecho, el Gobierno nunca llegó a comunicarlas a Bruselas entre los planes. Aseguró que la reforma laboral no fue un capricho, sino una exigencia comunitaria muy concreta creada a raíz de la anterior crisis económica, donde se pusieron sobre la mesa una serie de reformas necesarias para la asistencia financiera a España. «Los hombres de negro no vinieron en 2012 pero fueron los nuestros los que fueron a Bruselas a que los hombres de negro les dijeran lo que había que hacer», dijo. El presidente de la CEOE cargó contra la forma de proceder del Ejecutivo, también, en materia de pensiones donde mostró su profundo malestar sobre la forma en la que se le comunican las decisiones. Garamendi criticó que un partido del Gobierno plantee una propuesta de incremento de cotizaciones con el objetivo de dotar el Fondo de Reserva y otro partido intente enmendarlo, por lo que no dará el visto bueno a una propuesta de la que ni siquiera conocen todos los papeles, explicó.
Cargó también contra el relato «de que los empresarios somos los malos» y dijo que la organización que preside lleva cerrados doce acuerdos en el marco del diálogo social y «que nosotros sí cumplimos».
Nadia Calviño
Vicepresidenta primera
«El Gobierno está alineado con una modernización del marco laboral que mire al futuro y reduzca el empleo precario»
Yolanda Díaz
Vicepresidenta segunda
«Esto no va de conflictos políticos. Va de acabar con las normas que han llevado a esta precariedad laboral»
Antonio Garamendi
Presidente de CEOE
«La empresa privada tiene una tasa de empleo temporal del 22% frente al 32% que acumulan las Administraciones Públicas»