Los arqueólogos echan en falta el informe de daños del caso Odyssey
► El experto Joan Carles Alay cree que era esencial «para conocer el valor económico y el alcance del expolio»
«Sí», responde Joan Carles Alay con rotundidad cuando se le pregunta si la misión a la fragata Nuestra Señora de las Mercedes debía haber producido un informe de daños para el juzgado que investigaba el caso Odyssey. Para el secretario general de la Sociedad Catalana de Arqueología y uno de los mayores expertos en el estudio de las intervenciones arqueológicas ilegales, no cabe duda de que «debería haberse elaborado y diligenciado ese informe».
«Es esencial para conocer no solo el valor económico ‘material’ sino también el verdadero alcance del expolio. La argumentación de los expertos, contenida en dicho informe, debe ser conocida por el tribunal y, de este modo, tener un conocimiento mucho más preciso de los hechos y sus consecuencias», explica este investigador, que asesora a los cuerpos policiales y ha intervenido en multitud de juicios en calidad de experto.
Olvido del Ministerio
El Ministerio de Cultura no incorporó al sumario el informe preceptivo. Según aseguró a ABC Iván Negueruela, director de las misiones arqueológicas que comprobaron el lugar del expolio en 2015, 2016 y 2017, nunca le pidieron dicho dictamen. «Jamás he recibido ninguna comunicación para un informe como ese, ni nada que se le parezca», remarcó el director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática
de Cartagena. Para Alay, «hechos como la ausencia del mentado informe o la misma resolución (en un caso más que evidente de expolio) son indicios de que el proceso podría haberse llevado mucho mejor».
Se archivó el caso
La Audiencia Provincial de Cádiz ha acabado cerrando en firme la causa que seguía el Juzgado de Instrucción número 3 de La Línea de la Concepción contra los cazatesoros de Odyssey en España porque los delitos de hurto, contrabando y daños al patrimonio que se imputaban a esa compañía y a sus administradores de 2007 han prescrito.
Este investigador del Seminario de Estudios e Investigación Prehistóricas (SERP) de la Universidad de Barcelona cree que aún «hay mucho camino a recorrer» sobre este tipo de informes de daños.
Precisamente, esta semana ha participado junto a otros 17 expertos en un ‘Seminario sobre teoría y práctica de la valoración de los bienes arqueológicos’ organizado en la Universidad Complutense de Madrid por la profesora de Derecho Administrativo Ana Yáñez y el arqueólogo Ignacio Rodríguez Temiño, autores del libro ‘¿Cuánto valen los platos rotos? Teoría y práctica de la valoración de bienes arqueológicos’. «El objetivo es llegar a elaborar un método de valoración con el máximo acuerdo», explica Alay, que ha diseñado el método Burriac para valorar los daños de un expolio y acaba de publicar un manual sobre arqueofurtivismo y los protocolos para la persecución policial y judicial de las intervenciones arqueológicas ilegales.
«La argumentación de los expertos, contenida en el informe, debe ser conocida por el tribunal para conocer mejor los hechos»