Atribuyen a Rembrandt una obra robada en Alemania en 1979
En diciembre de 1979, mientras la región de Turingia se embelesaba con las luces y los aromas de los mercados navideños, un muy bien planeado robo tuvo lugar en el castillo de Friedenstein, un antiguo palacio barroco construido a mediados del siglo XVII por Ernesto I, duque de Sajonia-Gotha. En la noche del 13 al 14 de diciembre, desaparecieron cinco obras maestras: ‘Retrato de un joven’, de Frans Hals; ‘Autorretrato con girasol’, de Van Dyck; ‘Camino rural con carros agrícolas y vacas’, de Jan Brueghel el Viejo; ‘Santa Catalina’, de Hans Holbein el Viejo, y ‘Viejo’, de Ferdinand Bol. El novelesco destino de estos cuadros no ha dejado de dar sorpresas desde entonces y puede culminar ahora con la aparición de un nuevo Rembrandt. La Policía nunca pudo resolver el robo. A principios de los años ochenta corrieron rumores entre los galeristas alemanes sobre una posible transacción, pero se fueron acallando y en los años noventa las obras se consideraron definitivamente perdidas hasta que, en septiembre de 2019, entraron de nuevo en escena. Tras 40 años en paradero desconocido, regresaron a la Fundación Palacio de Friedenstein.
Tras el pago de una cantidad que permaneció en secreto y verificar la autenticidad de las obras, estas regresaron a Gotha. Y, durante el proceso de restauración, los expertos apreciaron que el ‘Viejo’, atribuido a Ferdinand Bol, es en realidad un Rembrandt. «En el reverso está escrito en letras grandes el nombre de Ferdinand Bol, pero los análisis indican que es un Rembrandt», explicó Timo Trümper, comisario de la Fundación Castillo Friedenstein. Bol fue un discípulo de Rembrandt poco conocido por el público.