ABC (Andalucía)

«Estamos al límite, en la NBA o en la NFL se pasan meses sin competir»

► El entrenador de moda visita mañana el Bernabéu con su Rayo, la revelación de la Liga ▶ «El club tiene una identidad propia, diferencia­da, y eso es lo difícil»

- RUBÉN CAÑIZARES

En un mundo saturado de tecnología quizás parezca de abuelo cebolleta hablar del pillapilla, las canicas o las chapas, pero en la infancia de Andoni Iraola (Usúrbil, 22 de junio de 1982), allá por los ochenta y noventa, los niños eran sumamente felices con este tipo de juegos▶ «Mi favorito eran las carreras de chapas, con ciclistas de entonces, por las aceras», recuerda con una sonrisa. Con solo 39 años, el técnico del Rayo deslumbra en su estreno en Primera. Sexto con 20 puntos en solo doce jornadas, la mitad de los que necesita para lograr el objetivo de la permanenci­a. Y, además, sumando victorias con pedigrí, como la lograda ante el Barcelona hace diez días. Mañana, buscará repetir la gesta en el Bernabéu.

—¿Qué recuerda de su infancia?

—Muy normal, jugando a todo lo que podía. Yo era de las chapas.

—Tiene una hija de 6 años y un nene de dos. ¿Juega con ellos a las chapas?

—Los niños lo que quieren es que se les preste atención y que juegues con ellos, a lo que sea, y seguro que las chapas les encantaría­n. Las preferenci­as de los niños han cambiado, pero yo no veo mal que se haya digitaliza­do la vida. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos porque, si nosotros hubiésemos tenido tecnología a nuestra disposició­n, también la hubiésemos utilizado.

—Hace solo cinco años que dejó de ser futbolista. ¿Lo echa de menos?

—Echo de menos el juego. No hay nada más divertido que jugar.

—Se retiró en Nueva York. Suena chic.

—Fue una decisión acertada. Yo veía que iba a dejar de ser importante en el Athletic y apareció la opción de ir allí, con todas ventajas que ello tiene.

Disfrutar de una ciudad así y estar en un equipo con jugadores como Villa, Pirlo o Lampard, o con jóvenes que ahora están triunfando, como Angeliño o Jack Harrison. Todo redondo.

—¿Por qué los futbolista­s se empeñan en vivir en una burbuja?

—Es un mecanismo de defensa. Cuando estás constantem­ente expuesto públicamen­te, todo el mundo habla de ti y las críticas negativas hacen mucho daño. Es una forma que tiene el futbolista de protegerse de todo eso. Lo veo como una reacción natural.

—¿Son los futbolista­s el gremio que vive más de espaldas a la sociedad?

—Puede que haya un porcentaje, pero hablamos de la muy élite. La gran mayoría de jugadores de Primera, si te acercas a ellos, te responden con cercanía. No encajan en ese perfil.

—¿Por qué tantos futbolista­s anteponen el dinero al resto de cosas?

—El dinero en todos los trabajos es importante. Es que es por lo que la mayoría de la gente va a trabajar. En el fútbol hay una cantidad de dinero que te da la tranquilid­ad de vivir sin preocupaci­ones, pero llega un momento, sobre todo si hablamos de futbolista­s que ganan millonadas, que no creo que el dinero les sea fundamenta­l o les dé felicidad. Hay que diferencia­r.

—Usted jugó toda su vida en el Athletic y dejó pasar oportunida­des mejores a nivel económico...

—Yo estoy muy contento de mi carrera. Solo me queda la espina de no haber ganado algún título.

—El futbolista se queja del calendario y pide rebajar el número de partidos por temporada, pero no he escuchado todavía a ningún jugador decir que está dispuesto a ganar menos dinero si juega menos partidos.

—Todos vemos lo que está pasando. En todos los partidos hay jugadores lesionados, se enlazan unas lesiones con otras, tienen que jugar con sus seleccione­s antes de haberse recuperado y jugar con el club... No hay ni un solo momento durante la temporada para descansar y el fútbol no es como otros deportes en los que, si hoy juegas un partido, mañana puedes jugar otro. Es un deporte que muscularme­nte es muy agresivo. Y no te hablo de golpes. Jugamos cada tres días y eso ya supone un riesgo muy grande. No se puede aumentar más el número de partidos. Estamos hasta arriba y quizás lo que habría que hacer es jugar partidos de mayor trascenden­cia. —No me ha contestado la pregunta. —A nivel médico está claro que estamos al límite. Eso no tiene discusión.

Entrenador del Rayo Vallecano

√ Paso de jugador a entrenador «Yo no lo tenía claro. Ni siquiera sabía si me iba a gustar, pero sí que es verdad que al menos quería probarlo» El alejamient­o de la gente «Me da pena ver estadios vacíos. Con entradas a otros precios no sería así. El modelo a seguir es el de la Bundesliga»

Si hablamos de lo que ganan los futbolista­s, ellos se pueden comparar con jugadores de la NBA o de la NFL y son deportes que están varios meses sin competir. Es muy complicado decir cuánto vale un partido y si tener menos significa ganar menos, porque no valen lo mismo unos partidos que otros. No es lo mismo lo que vale un partido de un equipo que otro, o un partido de primera ronda de Copa a uno de Champions, o un amistoso de seleccione­s que un partido de Mundial. Es un debate muy complejo.

—Para debate, el VAR. ¿Le gusta?

—El VAR ha mejorado mucho la justicia en el fútbol, pero se nos vendió como una herramient­a que entraría en errores muy flagrantes y la realidad es que decide todos los partidos porque entra a valorar casi todas las jugadas polémicas. El VAR está siendo más intervenci­onista de lo que en un principio se nos vendió, y sí, hay muchos menos errores, pero los errores que hay son más difíciles de aceptar.

—¿Deberían los árbitros saber más de fútbol?

—Los que hacen las normas son los que deberían saber más de fútbol. Por ejemplo, la jugada de Mbappé, que se nos explicó a principios de temporada. Estoy convencido de que en todos los vestuarios sucedió lo que en el nuestro. A los árbitros que vinieron a explicarno­s esa jugada les dijimos que se nos hace muy difícil aceptar que esa jugada sea fuera de juego y ellos lo que dicen es que así es la norma. El que sabe de fútbol entiende perfectame­n

te que es de sentido común que esa jugada no sea fuera de juego.

—Otro tema espinoso. UEFA y FIFA dicen que el fútbol es de la gente, pero consumir fútbol en directo o por la tele es un producto de lujo. ¿Cómo explicamos esto?

—Todos los que formamos parte de esta industria jugamos y trabajamos para el aficionado. Me da pena cuando veo estadios vacíos que con otros precios de entradas estarían llenos. Se necesita una mayor cercanía con el aficionado. Este producto sería más atractivo con precios más sensatos, como sucede en la Bundesliga. Es la liga que mejor ha entendido a sus hinchas. Es el modelo a imitar.

—¿Cuándo decide ser entrenador?

—Yo no tenía claro ser entrenador y no sabía si me iba a gustar. Lo único que quería era probarlo. Ponerme a prueba en ese escenario de presión y responsabi­lidad y, por suerte, las cosas me han ido bien por ahora.

—Valverde, Bielsa, Caparrós, Del Bosque... Usted ha tenido muy buenos entrenador­es.

—Y no se olvide de Patrick Vieira, mi técnico en el New York City. Él me enseñó muchas cosas a nivel de ataque posicional, algo que en el Athletic no habíamos experiment­ado.

—Dicen que fútbol y política no se debe mezclar, y eso es lo que precisamen­te no hace el Rayo. ¿Qué supone para el club tener un posicionam­iento social tan evidente?

—El Rayo tiene una identidad propia, diferencia­da de los demás, y en el fútbol lo más difícil es diferencia­rse. Hay muchos clubes que son casi iguales, y el Rayo tiene una personalid­ad clara que es positiva para el club.

—En el campo, también va sobrado de personalid­ad.

—Somos un equipo trabajador y somos consciente­s de que esto no se elige, es que no nos queda otra. No es lo mismo el papel del Rayo de Segunda, dominador casi todos los partidos, que en Primera, que muchas veces vas a estar más sometido. Tenemos que ser muy solidarios.

—¿Qué le da a Falcao al equipo, más allá de sus goles y su trabajo?

—Él nos ha hecho ver que es uno más y no quiere trato preferenci­al, y al cuerpo técnico se lo hace todo más fácil. A nuestros jugadores les da un extra para creerse que no estamos tan lejos de las primera figuras.

—Mañana, el Bernabéu, con un Madrid de más resultados que juego.

—El Madrid tiene una facilidad asombrosa para hacer gol. En todos los partidos tiene tramos que te somete y se ve venir que va a marcar. No está teniendo esa continuida­d durante los 90 minutos, pero eso no es fácil. Defensivam­ente tiene buenas individual­idades. Alaba y Militao pierden muy pocos duelos y pueden permitirse defender bajo. Ahí se sienten cómodos porque arriba tiene jugadores desequilib­rantes. Es un placer jugar contra ellos para saber dónde estamos.

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// G. NAVARRO Iraola, posando tras la entrevista en la Ciudad Deportiva

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