Más de 1.200 menas podrán tener papeles al cumplir los 18
► Andalucía cuenta con casi 900 plazas para que estos jóvenes se formen y encuentren un trabajo, cuatro veces más que al principio de la legislatura
Una variación en la normativa de Extranjería aprobado por el Gobierno central va a cambiar la vida a los casi 1.200 jóvenes menores inmigrantes que llegaron solos a Andalucía. Podrán recibir documentación de residencia y permiso de trabajo al cumplir los 18. Hasta ahora, al llegar a la mayoría de edad, terminaba la protección que les daba la ley. Su destino era, en el mejor de los casos, el limbo administrativo. En el peor, estar sin papeles y en riesgo de que la Policía los expulse del país.
Señalan las organizaciones que tratan con los chicos migrantes que abocar a este colectivo a no tener papeles es alimentar que acaben cayendo en la indigencia y la delincuencia. Indican que, ya que son jóvenes que han llegado con 14, 15 o 16 años y se les ha dado un hogar y formado aquí, lo más práctico es, después, ayudarles a que trabajen, paguen impuestos y se integren.
Ese es, más o menos, el razonamiento que han seguido desde el Gobierno central que, con la modificación de algunos puntos de la Ley de Extranjería, ha propiciado que los chicos que llegaron como menores puedan conseguir un permiso de residencia y trabajo con mayor facilidad al cumplir los 18 años.
Ganar 2.000 euros al mes
Antes, indican desde la organización Andalucía Acoge, solo quienes al cumplir los 18 años acreditaban, entre otras cosas, un contrato de trabajo indefinido y unos ingresos mensuales de 2.000 euros veía abierto el camino a regularizar su situación. Un sinsentido, señala Pilar Rondón, la coordinadora jurídica de Andalucía Acoge. ¿Cómo es ahora?
De los casi 1.200 menores inmigrantes que hay acogidos en Andalucía, solo 164 son niñas, según cifras de la Consejería de Igualdad
«Ahora basta con acreditar el Ingreso Mínimo Vital o que una organización acredite que se hace cargo del ex tutelado y está en un itinerario de inserción laboral», explica.
La cuestión es que, según fuentes de la Consejería de Igualdad, en Andalucía hay 2.400 menores en centros de acogida. De esos, unos 1.200 son extranjeros —1.018 niños y 164 niñas—. Son los que podrán beneficiarse del cambio de normativa. Y hay que sumar los que tienen hasta 23. Puede parecer una cifra muy alta de chicos por regularizar pero Andalucía tiene 8,4 millones de habitantes y un déficit de nacimientos que hace que se necesite mano de obra extranjera, explican las organizaciones que trabajan con el colectivo.
En todo caso, Andalucía no deja a los chicos en la calle al cumplir 18. La comunidad tiene 835 plazas de un programa de inserción que les da alojamiento y formación para que encuentren empleo. Son cuatro veces más que las que había al inicio de la legislatura, destacan. Y, además, hay otras 50 plazas donde se les da solo la parte formativa.
De esto sabe muchísimo Ramón Rodríguez Gómez, coordinador de la mediación intercultural para la atención integral a menores inmigrantes en Andalucía. «En toda la provincia de Cádiz tenemos mucha demanda de estos chicos para trabajar en hostelería y piel. Hay un nicho de inserción ahí. Los empresarios se los rifan y les hacen contrato», explica.
Para Rodríguez, el gran problema al que se enfrentaban antes los menores inmigrantes al hacerse mayores de edad está en que no podían trabajar. Eso tendrá ahora solución. Y llega justo a tiempo porque, detalla, «a Andalucía llegaron en 2018, el año de más flujo migratorio, 7.800 menores. Y fueron 3.990 en 2019». Mucho chico para pocas plazas. Además, esos son los chavales que, ahora, están cumpliendo 18 años y podrían verse en la calle. La nueva normativa llega a tiempo. «Yo entiendo lo llamativo de los menores inmigrantes pero es que son chicos que ya están aquí, hay que ayudarles», resume.