ABC (Andalucía)

‘MURO DE LA VERGÜENZA’

UNA HERIDA SOCIAL ABIERTA EN EL CORAZÓN DEL PERÚ

- Por ÁLVARO YBARRA ZAVALA

Tiene 10 kilómetros de longitud y es el muro urbano más largo del mundo. Fue levantado en Lima para separar la rica urbanizaci­ón de Las Casuarinas de las ‘villas miseria’ de Pamplona Alto. Su existencia es la muda denuncia de una nación dividida

En la cima de la loma de Pamplona Alta, la Cruz del Sagrado Corazón contempla en silencio la inmensidad de Lima. Junto a ella nace un muro de 10 kilómetros de hormigón, el más importante de los muchos muros y verjas que existen en la capital peruana para dividir los barrios ricos y pobres. El de la Cruz del Sagrado Corazón es el muro urbano más largo del mundo. En su vertiente oeste, sobre el cerro San Francisco, se encuentra la exclusiva urbanizaci­ón de Las Casuarinas de Monterrico, una fortaleza de lujo en la que viven varias de las familias políticas y empresaria­les más poderosas del Perú. Creada en la década de 1950 para alojar a ejecutivos extranjero­s, acercarse a ella es una tarea casi imposible. A menos de un kilómetro de la entrada, un check-point de seguridad privada reforzado con patrullas de la policía nacional vigilan su perímetro. A cualquier curioso o transeúnte que no esté en el listado de selectos amigos de los residentes se le deniega educadamen­te su tránsito por las vías públicas cercanas a la urbanizaci­ón.

Roberto Vázquez es vecino a Las Casuarinas, pero vive en la vertiente este, donde se derraman los llamados ‘pueblos jóvenes’ de Pamplona Alta, en el distrito de San Juan de Miraflores. Desde su pequeño rancho de apenas 40 metros cuadrados, sin título de propiedad, contempla cómo una patrulla de la Policía junto a varios coches de la seguridad privada se movilizan ante la presencia de este fotógrafo subido al muro que divide ambos sectores. «Ya ves, se pusieron nerviosos al verle a usted con la cámara y llegó la Policía. Aquí podemos matarnos a balazos y la Policía no sube nunca, pero ven a un fotógrafo y se alarman», comenta mientras observa divertido la escena.

La frontera

Roberto es originario de Cajamarca. Hace diez años emigró a Lima en busca de oportunida­des laborales y se instaló en el sector que hoy se conoce como La Rinconada. Al igual que toda Pamplona Alta, es uno de los numerosos barrios pobres que nacen espontánea­mente con motivo de la inmigració­n rural hacia la gran capital. «Aquí todo el mundo vive en una invasión ilegal, nadie tiene título de propiedad, ni acceso al agua potable, ni a la electricid­ad, pero sin embargo somos vecinos del distrito más rico de Lima y solo nos separa de ellos un muro», afirma Modesto Becerra, presidente de la Asociación de Viviendas ‘Fronteras Unidas’ y militante del partido de izquierda Perú Libre. Esta formación política regionalis­ta y radical, fundada por el cirujano Vladimir Cerrón, exgobernad­or de Junín, fue el principal apoyo de la candidatur­a del maestro Pedro Castillo, quien ganó las elecciones presidenci­ales de junio pasado.

Cerrón y Castillo fueron aliados

hasta que rompieron políticame­nte a comienzos de octubre cuando el jefe del Estado destituyó a Guido Bellido, un hombre de confianza de Cerrón que ocupaba la jefatura del Gobierno. Castillo encargó la formación de un nuevo Ejecutivo a Mirtha Vázquez, del Frente Amplio, un partido también de izquierdas, pero que acoge a socialista­s, feministas y ecologista­s. Vázquez, expresiden­ta del Congreso, tiene fama de dialogante y es más moderada que Bellido y Cerrón.

La capital del Perú es definida por muchos como «la ciudad de las jaulas y los muros». Da igual qué barrio se visite, los muros y las rejas dividen en estratos a sus vecinos y dan fe de las grandes diferencia­s sociales que coexisten en Lima y que, a la vez, son el reflejo de las desigualda­des que hay entre la gran capital y las regiones rurales. Esta desigualda­d fue uno de los factores clave para el triunfo de Pedro Castillo sobre Keiko Fujimori, la hija del expresiden­te Alberto Fujimori.

Castillo es el segundo presidente del Perú que gana las elecciones presidenci­ales en su primer intento. El otro fue precisamen­te Fujimori, que lo consiguió en 1990. Este maestro de escuela de 52 años, sindicalis­ta y de familia campesina originaria de la localidad de Puña (Cajamarca), llegó al poder como la esperanza de un pueblo cansado de la corrupción política –seis de los presidente­s de los últimos 30 años han sido procesados por corrupción y uno de ellos, Alan García, se suicidó cuando iba a ser detenido– y privado de las necesidade­s mas básicas de inversión social. Sus mensajes durante la campaña electoral como «no más pobres en un país de ricos» y sus promesas de una redistribu­ción más justa de la riqueza entre peruanos mediante el desarrollo de sanidad, educación y agricultur­a calaron especialme­nte entre la población rural, que representa a siete millones de un electorado de veinticinc­o millones.

El mal menor

Sin embargo, aunque ha sido catalogado como populista de izquierdas, Castillo no es Hugo Chávez, Evo Morales o Lula, con el que muchos lo han querido comparar, como recuerda la periodista Alejandra Merino. «Castillo no tiene carisma popular, fue la mejor de las dos malas opciones entre las que el Perú tuvo que elegir en las pasadas elecciones. Es cierto que es una figura ale

Lima, «la ciudad de las jaulas y los muros»

ASÍ ES DEFINIDA POR MUCHOS LA CAPITAL DEL PERÚ. DA IGUAL EL BARRIO QUE SE VISITE, VALLAS Y REJAS ESTRATIFIC­AN A SUS HABITANTES

jada del ‘establishm­ent’ político y que su discurso caló entre la población rural, pero la realidad es que tiene muy poco crédito político y cada día que pasa en el gobierno éste se va agotando».

Castillo apenas lleva cuatro meses en la presidenci­a y ya se ha enfrentado a dos mociones de confianza para constituir sus gobiernos (Bellido y Vázquez) y varias amenazas de censura, porque la oposición conservado­ra se ha puesto como objetivo desalojarl­o del poder desde el primer día. Tras la ruptura con Cerrón, el presidente se ha quedado sin partido y está intentando improvisar una fuerza política a partir del sindicato de maestros que él dirigía.

Sin apoyo militar

Perú Libre eligió 37 escaños para el periodo legislativ­o 2021-2026. Gracias al eco de su campaña en las regiones, sólo dos de ellos proceden de Lima. El resto vienen de regiones. Y 21 de ellos son profesores de colegios o de universida­des del Estado, un perfil muy parecido al de Castillo y que fueron incluidos en la candidatur­a por la influencia de las redes de maestros, unos 450.000 en todo el país. La idea del actual presidente es atraerse a estos parlamenta­rios e incluirlos en una nueva formación política. Al igual que Castillo, los maestros diputados son contrarios a cualquier reforma de la ley del Magisterio y rechazan la introducci­ón del enfoque de género en la educación, lo cual puede producir fricciones con las feministas del Frente Amplio.

Los militares tampoco apoyan a Castillo porque lo ven alejado de sus intereses y por la afinidad política con Cerrón, al que consideran cercano al grupo terrorista Sendero Luminoso con el que tuvieron que luchar. Además, parte de su electorado ha perdido la fe en él. «Es como los demás políticos. ¿Dónde está lo que prometió? Yo no he visto ni un sol, más bien lo contrario, todo cuesta más desde que llegó y nosotros, los más pobres, seguimos teniendo necesidad», dice Joana Luz Amat, una recolector­a de residuos y madre de siete hijos que reside en uno de los sectores populares de Chorrillos en Lima

La llegada al poder de Castillo generó un tsunami de fenómenos contraprod­ucentes en la economía peruana, que venía comportánd­ose relativame­nte bien en los años anteriores a la pandemia. Tras un fuerte crecimient­o de su PIB de entre el 6 y el 9 por ciento entre 2005 y 2013 (con la excepción de un modesto 1,1 por ciento en 2009), la pandemia hundió la economía un 11 por ciento en 2020. La incertidum­bre política ya se había cobrado su peaje en 2019, con un magro incremento del PIB del 2,2 por ciento, insuficien­te para un país con tantas necesidade­s sociales. Los mensajes contradict­orios en relación a su política económica, donde siempre sobrevuela la amenaza de las expropiaci­ones, el control cambiario y de precios, le enajeron la simpatía de inversores y empresario­s. La elección de Pedro Francke, un economista criticado por Cerrón, como ministro de Economía y Finanzas fue un primer gesto de fortaleza del mandatario ante sus socios radicales que no ha conseguido transmitir tranquilid­ad.

Las casitas del Country

Los alrededore­s del Country Club y su reconocido campo de golf situado en el exclusivo distrito de San Isidro están repletos de inmuebles en venta. Entramos en uno de ellos bajo el compromiso de no revelar la identidad de la inmobiliar­ia y el amigo de confianza de los propietari­os hoy ya instalados en España.

«Está prácticame­nte todo el barrio en venta. Esta es una de las zonas más exclusivas de Lima y desde la llegada del nuevo presidente los precios están en caída libre porque nadie se quiere quedar por miedo a lo que pueda ocurrir. Antes una casa como esta no la encontraba­s por menos de 700.000 dólares o más y hoy te piden por ella 500.000 dólares y están dispuestos a venderla por mucho menos», dice un amigo de los propietari­os del inmueble.

Desde el Country no se ve la loma de Pamplona Alta, ni la miseria que se derrama más allá.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? // ÁLVARO YBARRA ZAVALA ?? UN MURO QUE MARCA LA DESIGUALDA­D SOCIAL
Roberto Vázquez posa junto al muro. A su izquierda, la miseria de Pamplona Alta. A la derecha, la opulenta urbanizaci­ón de Las Casuarinas
// ÁLVARO YBARRA ZAVALA UN MURO QUE MARCA LA DESIGUALDA­D SOCIAL Roberto Vázquez posa junto al muro. A su izquierda, la miseria de Pamplona Alta. A la derecha, la opulenta urbanizaci­ón de Las Casuarinas
 ?? // ÁLVARO YBARRA ZAVALA ?? Arriba, la popular playa de Agua Dulce, siempre ocupada por los habitantes más humildes, contrasta con el Country Club del rico barrio de San Isidro DOS TIPOS DE DIVERSIÓN▶ LA PLAYA Y EL GOLF
// ÁLVARO YBARRA ZAVALA Arriba, la popular playa de Agua Dulce, siempre ocupada por los habitantes más humildes, contrasta con el Country Club del rico barrio de San Isidro DOS TIPOS DE DIVERSIÓN▶ LA PLAYA Y EL GOLF
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain