Toneladas de ceniza para reconstruir La Palma
► Las grandes cantidades acumuladas de la ‘nieve negra’ ponen en alerta a los servicios de emergencia en la isla
La Palma está normalmente envuelta en el contraste del azul del mar y el verde de las plataneras, pero el paisaje desde el pasado 19 de septiembre se ha teñido de negro. La ceniza procedente del volcán de Cumbre Vieja se acumula tras 49 días de erupción, pero el repunte de las emisiones que asfixia a toda la isla desde el pasado domingo comienza a agobiar a los palmeros.
La ceniza lo cubre todo, y la pregunta ahora es: ¿qué se hace con ella? ¿Qué posibles usos tiene? ¿Cómo se puede recoger y reciclar? Este material tendrá un uso prioritario en agricultura, aunque su destino en construcción es «muy interesante», aseguran los expertos. La ceniza suma varios centímetros en cuestión de minutos y en las zonas más cercanas al cono dentro del perímetro de exclusión, estos centímetros se cuentan por metros, con casas que han desaparecido por completo sepultadas bajo esta lava fragmentada.
Esta ceniza es la parte más fina de los piroclastos, tiene aspecto de polvo y está compuesta de material basáltico, proyectado y transportado por el aire. Con el tiempo, es una aliada de la vida y de la recuperación de los terrenos.
Capaz de derrumbar tejados
Ante la llegada de las lluvias, la prioridad es limpiar las cubiertas y tejados de las edificaciones. Cinco centímetros de ceniza en una azotea son suficientes para taponar una bajante, pero con cincuenta centímetros y un poco de lluvia, la ceniza es capaz de derrumbar un tejado entero. Con palas y sopladores, vecinos, voluntarios, bomberos y efectivos de la UME retiran esta ceniza de los techos y la devuelven al suelo, donde se acumula sin remedio, cayendo más rápido de lo que es posible recogerla. Márgenes de las carreteras, solares, pistas forestales, cualquier sitio donde no moleste es un lugar de acumulación de ceniza, mientras en las zonas urbanas los ayuntamientos han colocado bandejas contenedor donde se recopila. El destino no está claro, no hay un plan definido. La urgencia es otra, aseguran en la isla y es eliminarla de donde pueda causar daños mayores, pero urge un plan que dé salida a toneladas de ceniza.
La empresa Áridos El Riachuelo, el punto limpio de este tipo de materiales en El Paso, se ha prestado a recogerla a coste cero. Hasta sus instalaciones han llegado un adecena de estas bandejas contenedor, pero «es una cantidad insignificante teniendo en cuenta la que hay en las calles y las casas», dice Lorenzo Fortuny, responsable de la gestión de esta compañía, quien asegura que ahora la urgencia es sacarla de las cubiertas y las carreteras, y el corte de vías por la lava dificulta la movilidad en la isla. «No quedan ni camiones, están todos en uso ayudando a los afectados».
Entre los planes de esta empresa está el de crear un producto que sirva de abono natural para los terrenos agrícolas, tal y como hicieron los antepasados palmeros y los canarios de otras islas como Lanzarote. Este material, explica, es «bueno para fertilizar el terreno y para mantener la humedad», pero «primero hay que hacer un estudio químico que garantice que es óptimo para este fin».
Este será el primer paso, poner la ceniza bajo la lupa cuando tengan una cantidad suficiente como para afrontar el gasto que supone su análisis. «Las islas Canarias están hechas de lapilli», recuerda Fortuny, y su uso en carreteras es más que habitual en el paisaje, así como para jardines, vías, rellenos y suelos en general. Estudiarán un producto derivado de esto, pero aún «es pronto para saber si es viable» y qué precio tendría.
Resistente al fuego, de alta flotabilidad, durabilidad y un posible aislante térmico y acústico. Estas son algunas de las bondades de este material en construcción, tanto para cementos como para crear hormigón, bloques y pilares o vigas.
«Espero en seis meses empezar a ver casas y construcciones hechas con ceniza de La Palma», afirma Miguel Ángel San Juan, especialista en cemento del Instituto Español de Cemento y Aplicaciones (IECA). Este material ya está en estudio para evaluar qué concentraciones son las óptimas para construir con él. Aunque el principal uso será agrícola, seguramente habrá excedente y podrá aplicarse para volver a poner en pie la isla.
La ceniza de La Palma contiene aluminio, calcio y elementos químicos que sirven para crear «puzolanas naturales» (para fabricar material de construcción). La que es «más arenosa» se podrá moler para mezclar con cementos y que sustituya a otras arenas, para hacer prefabricados o el denominado «bloque canario». Y es que la ceniza «aporta durabilidad a los materiales» con una «gran resistencia general y también al agua de mar», señala San Juan.
Primeras casas de ceniza
Ya existe un proyecto impulsado por varias entidades nacionales que mediante análisis químicos «busca la proporción adecuada para optimizar su uso», y «ya está en funcionamiento» con la previsión de que a finales de noviembre tenga sus primeros resultados. Si el volcán «se apaga ya o en un plazo corto de tiempo», en 2022 «tendremos las primeras casas fabricadas con ceniza del volcán de Cumbre Vieja». Este material «se está apilando y habrá que darle salida», una opción que sería «muy interesante» para el sector. Este material ya se usaba en Nápoles con las cenizas del volcán Vesubio y las construcciones en las que se empleó «siguen en pie siglos después», tal y como recuerda San Juan. Su aplicación «es histórica», resalta. A la planta de prefabricados de hormigón de Cementos Especiales (Ceisa) de La Palma «se la llevó la lava» a su paso por Los Llanos, pero será cuestión de tiempo que «se reactive».
Coincide Javier Jubera con el área de laboratorios y calidad de construcción del Gobierno del archipiélago canario al asegurar que la «economía circular en la construcción es ya una realidad», y en el caso de la ceniza del volcán palmero, «ahora mismo está en investigaciones» para que el principal uso sea agrícola, si las características lo permiten. También hay «proyectos para posibles aplicaciones en cementos u hormigón» con «un uso totalmente viable» y en cosmética.