Juan Espadas ya tiene al PSOE-A en sus manos e inicia su carrera a la Junta
► Avisa a Moreno de que sólo «habrá presupuesto» si convoca la mesa sectorial y readmite a los 8.000 sanitarios ► Sánchez se la devuelve a Susana Díaz «Tú (a Espadas) a San Telmo y yo en Madrid gobernando Andalucía y España»
Tenía que ser el congreso de la unidad, del reencuentro, la recuperación de la actividad política plena en un PSOE venido a menos tras la pérdida del poder de la Junta. Y se ha logrado a medias. Juan Espadas sale del 14 Congreso del PSOE andaluz «muy contento» y con cierto halo de líder regional pero también con varios asuntos por resolver. Como su capacidad de convencer a los díscolos de las provincias y lograr la «unidad» del partido que ha pedido por todos los rincones de Torremolinos, donde se ha celebrado el cónclave. Es más. Las cuitas provinciales han protagonizado el encuentro, sobre todo porque ya se conocían los principales nombres de la cúpula del partido Ángeles Férriz, Noel López y Manuel Pezzi como presidente.
Tampoco ha logrado una ponencia política con propuestas muy novedosas e incluso le ha costado enarbolar la bandera blanca y verde, a pesar de que se ha reivindicado el movimiento andalucista del 4 de Diciembre como el origen del actual PSOE andaluz, también en Torremolinos. En la resolución final se pide «una financiación justa para Andalucía» pero no se hace referencia a la España multinivel que tanto preocupa a los socialistas andaluces y que defiende Pedro Sánchez. Un dato clave el congreso se cerró ayer con la interpretación de la Internacional, como es habitual, pero no se cantó el himno de Andalucía rompiendo una tradición sin ninguna explicación.
Juan Espadas trató de corregir los errores de la jornada anterior en la que se borró el pasado del partido. Y para ello, ha nombrado por dos veces a Susana Díaz, que recibió un aplauso de todo el plenario. El domingo la expresidenta acudió como invitada acompañada por sus más fieles compañeros (José Fiscal que sí era delegado, Juan Cornejo y Manuel Jiménez Barrios, antes todopoderosos dirigentes y ayer también invitados) y ocupó un sitio preeminente en la primera fila del plenario donde aplaudió como el resto de compañeros.
«Hemos tenido muchos aciertos, también muchos errores pero el balance es enormemente positivo. Los gobiernos socialistas se merecen un homenaje, yo estoy orgulloso de esos gobiernos, de mi gente con la que trabajé y a las que quiero. Y esos gobiernos están hoy aquí representados en Susana Díaz. El PSOE se merece un respeto y nadie me va a quitar el orgullo que siento», dijo. Llamativo, sin embargo, que no citase ni a Manuel Chaves ni a José Antonio Griñán, que estaban en la memoria colectiva de todos.
A la hora prevista
El presidente Pedro Sánchez llegó a la hora prevista pero se echó en falta el calor de otras ocasiones en las que llegaba en loor de multitudes. Unos pocos militantes lo esperaban para aplaudirle pero era más la expectación mediática que la de sus militantes. Hasta tuvieron que subir la música y anunciar su entrada por megafonía para calentar el ambiente. Sánchez estuvo discreto y echó flores a Andalucía, «es uno de los motores de crecimiento económico y de empleo» y dejó un mensaje que no pasó desapercibido para casi nadie.
«Juan, me vas a tener como uno más para que cuando se convoquen las elecciones volvamos a ganar. Vas a ser un gran presidente. Tú en San Telmo, yo en Madrid», le dijo reconvirtiendo el mensaje que Susana Díaz le trasladó en 2015 durante la campaña a las elecciones andaluzas de ese año. Entonces, la presidenta andaluza le marcaba el territorio a su líder orgánico pidiéndole que no se metiese en su gestión. Ayer, Pedro Sánchez mostraba su apoyo y su compromiso con el PSOE andaluz, lo que hace años que no sucedía.
La gestión
La primera decisión que deberá tomar Juan Espadas será la de apoyar o no los presupuestos de la Junta para 2022. Hasta ahora, su estrategia ha sido no
romper las negociaciones con Juanma Moreno... pero tampoco darle demasiadas facilidades. Ahora ha pulsado la opinión de sus militantes y ha cambiado el guión, sobre todo recogiendo el envite que le lanzaron las dos secretarias generales de CC.OO. y de UGT. «Me conjuro contigo, Carmen (le decía a la secretaria general de la UGT). Aquí no hay presupuesto hasta que no convoque la mesa del diálogo social y revierta la decisión de despedir a los 8.000 sanitarios».
La sanidad va a seguir, dijo, siendo el principal argumento de la oposición del PSOE y Espadas quiere llevarla a las calles, «la calle es lo que hace moverse a un Gobierno. Mientras estemos en la oposición, estaremos en la calle reivindicando el sistema público de sanidad». El líder socialista también inició ayer el discurso de su campaña, defenderá las políticas feministas, la lucha contra la violencia de género y se presentó como «el dique de contención de Vox». «Como quien gobierna es una persona moderada, se oculta que el Gobierno andaluz está secuestrado por la ultraderecha». A Susana Díaz le salió mal su constante referencia a Vox, formación que creció tras las campaña electoral. Espadas ha empezado a medir hasta dónde llegar con este fantasma. Pero ya ha dejado claro que la diferencia entre él y Moreno es quién de los dos pactará con Vox.