«No hay que dejarse llevar por la histeria. Es anecdótico»
Francisco Solans es abogado y lleva tres décadas dedicado a la extranjería. Ejerce de secretario y portavoz en la asociación Extranjeristas en Red. —¿Qué lectura hace de lo sucedido en Palma?
—Puramente anecdótica. Para todos ha sido una sorpresa y por la idiosincrasia de lo que ha pasado, no creo que sea preocupante y que pase de ser eso, una anécdota. No creo que haya que lanzar campanas al vuelo ni levantar alarmas. Ha sido puntual, no hay que dejarse llevar por la histeria.
—¿Se puede hablar de nueva vía de entrada irregular?
—No, desde luego, de forma ni generalizada ni sistemática. Esto ha podido ser un hecho puntual y creo que ver más allá no sería más que fruto de la histeria de algunos por la perspectiva de que se pueda descontrolar el tema de las fronteras. La preocupación en este tipo de cosas, como con los polizones o con los saltos de valla, siempre está alimentada por una especie de pánico a que se puedan abrir nuevas vías de inmigración irregular a pesar de que alguna de estas vías sea por su naturaleza, algo muy excepcional. A nadie se le ocurre que algo como lo de Palma pueda pasar todos los días. —¿Hay un problema de seguridad en los aeropuertos de cara a la gestión de la migración irregular?
—La entrada irregular de personas en nuestro país nunca ha sido principalmente por pateras y cayucos sino por los aeropuertos, pero eso no cabe en el epígrafe. Más allá de los controles que se debe tener, no creo que haya un problema de seguridad.
—¿La respuesta judicial que han recibido, disuade intentos similares? —Esto no es algo que se haya venido repitiendo ni que haya salido bien desde el punto de vista de los que pretendían entrar irregularmente. No es algo que hayamos visto en aeropuertos del resto del mundo. Además, ha sido una locura. En todo caso, mientras no se abran vías seguras y legales de inmigración, siempre va a haber un grupo de desesperados que adopten medidas desesperadas. Una es un cayuco. Si vemos eso, podemos asistir a fórmulas como esta y el mejor remedio es arbitrar cauces de entrada legales y ordenados, no pretender un cierre de fronteras.