La cumbre de la paz en París se compromete a apoyar unas elecciones democráticas en Libia
▶ Reclama la retirada de mercenarios extranjeros para que el país logre estabilidad
Al final de la Conferencia internacional consagrada a la crisis de Libia, Emmanuel Macron, presidente de Francia; Angela Merkel, canciller de Alemania; Mario Draghi, presidente del consejo italiano; Abdelhamid Dbeibah, primer ministro del Gobierno de unidad nacional de Libia, y Antonio Guterres, secretario general de la ONU, acompañados de la vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, anunciaron «sanciones» para quienes intenten «amenazar o manipular» las elecciones previstas el próximo 24 de diciembre.
Los dirigentes de una treintena de países presentes en la Conferencia confirmaron su confianza en que Libia pueda avanzar en su «transición democrática», tras una larga década de guerra civil internacionalizada. En el comunicado final de la reunión, los participantes pidieron que las primeras elecciones de la historia libia, presidenciales, primero, y legislativas, más tarde, sean «regulares, inclusivas y creíbles».
La Conferencia internacional sobre Libia tenía dos objetivos estratégicos: evitar la desestabilización generalizada del Magreb, en el Mediterráneo occidental; y apoyar una «transición democrática», complicada por las intervenciones extranjeras (Rusia y Turquía).
A la espera de los comicios, Libia continúa «cuarteada»: el Gobierno de unión nacional, el Ejército libio, varios grupúsculos étnicos, apoyados y manipulados por mercerarios rusos y turcos controlan distintas partes del territorio nacional, amenazado de implosión si fracasara el proceso democrático apoyado por la Conferencia internacional de París.
Mercenarios extranjeros
Presidente del país convocante de la Conferencia, Emmanuel Macron hizo este balance personal de sus trabajos: «La comunidad internacional ha expresado su apoyo unánime al proceso democrático libio, contando con el respaldo de Naciones Unidas y la Unión Europea. La relativa estabilidad de Libia debe acelerarse a través de la retirada de los mercenarios extranjeros…».
En una de sus últimas intervenciones internacionales como canciller, Merkel insistió en la gravedad desestabilízate de las presiones extranjeras: «La estabilidad democrática es esencial para la comunidad internacional. Debemos confirmar nuestra confianza, denunciando, al mismo tiempo, el carácter desestabilízate de los mercenarios en territorio libio».
Mario Draghi subrayó la necesaria «reconciliación nacional», indisociable de la seguridad de todo el Mediterráneo occidental: «La reconstrucción de Libia, la construcción de instituciones democráticas es esencial. Tan esencial como la consolidación de sus instituciones económicas, para poder recibir y gestionar las ayudas, y ofrecer un futuro libre al pueblo libio».