Tres días de parálisis operativa para que los clientes de Bankia pasen a Caixabank
Más de un año después de anunciarse la fusión, llega el momento de que Bankia y sus sistemas desaparezcan por completo. Ayer comenzó el grueso de la integración tecnológica en Caixabank, que finalizará el lunes. Por fin serán una única entidad, ahora ya de verdad.
A finales del primer trimestre de 2021 se llevó a cabo la integración legal. Bankia S. A. desapareció como empresa y solo queda desde entonces Caixabank. Meses después se mudó la piel de las oficinas, es decir, la apariencia en cuanto a logos, aunque aún persisten ciertos vinilos de color verde. Este fin de semana se migran ya los datos de un sistema a otro y desaparecen la aplicación y la web de la entidad absorbida.
Así las cosas, se van a traspasar de sistemas 2.500 millones de documentos digitalizados, que, extendidos en papel, ocuparían la superficie de más de 20.000 campos de fútbol. La información total transmitida de 7,6 millones de clientes activos es de 10,4 PetaBytes, lo que equivale a 1.800 millones de canciones en formato mp3 de alta calidad, es decir, 45 veces la capacidad almacenada de Spotify.
Durante estos días, los clientes procedentes de Bankia no podrán realizar transferencias ni operar con Bizum. La actualización de saldo en los canales digitales de Bankia se suspenderá temporalmente y, al consultar su posición, el cliente solo verá los datos registrados el viernes, al inicio de los trabajos de la integración tecnológica. Será el 15 noviembre, este lunes, cuando la integración haya concluido y la operativa vuelva a funcionar de manera habitual.
Los usuarios procedentes de la entidad nacionalizada deberán descargarse la aplicación de Caixabank y tendrán que operar ya bajo la web de esta única entidad.
En su primer acceso a la banca móvil de Caixabank, los usuarios podrán utilizar las mismas claves que utilizaban con Bankia. El sistema les solicitará las comprobaciones de seguridad habituales, para las cuales será necesario contar con su teléfono móvil. Lo que sí cambiará será el IBAN de las cuentas corrientes.
Nace, ahora ya sí, el primer gran banco por volumen de activos en España, que gestiona más de 29.000 operaciones por segundo y aglutina a más de 21 millones de clientes.