«Jugarse una clasificación con la afición de Sevilla es inolvidable»
► Clave en la ‘final’ para ir al Mundial 1994, explica cómo empuja la ciudad en una cita como la que afronta mañana España
Sevilla. Año 1993. Como sucede ahora con el billete directo de España pendiente de certificar, la selección se jugaba el pase a un Mundial, concretamente al de Estados Unidos de 1994 al que finalmente acabó accediendo. Y lo hacía frente a la selección de Dinamarca. Andoni Zubizarreta erraba un pase interceptado por Michael Laudrup, que sorteaba con solvencia al guardameta español y caía fulminado por una entrada a destiempo. El portero vio la roja en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán mientras un joven de 23 años con pelo negro, los ojos claros, la camiseta por dentro y mucho valor por fuera se ajustaba los guantes. Iba a debutar con la selección absoluta Santiago Cañizares en uno de los duelos más apasionantes de la selección.
—¿No hubiera preferido estrenarse en un partido de menor responsabilidad?
—Sinceramente no sentí esa presión, porque la viví desde la ignorancia de un chaval que va por primera vez a la selección y que en definitiva le toca jugar por accidente ese partido. Lo que sí sentí durante toda la concentración fue la presión de ganar un partido muy complicado.
—Gracias al gol de Fernando Hierro, España logró el pase, pero no lo hubiera hecho en absoluto sin sus paradas decisivas. Aquella chilena detenida a Christensen...
—Disfruté más que sufrí el partido. No tuvo nada que ver con el resto de encuentros que vinieron después en mi carrera, donde evidentemente uno ya es consciente de todo eso. Pero la ignorancia de un chaval joven que va por primera vez a la selección y que se ve jugando el primer día contra todo pronóstico y ante tales circunstancias pues me hizo jugar tranquilo.
—¿Es cierto que Sevilla sabe arropar de forma especial a su selección?
—Daba gusto jugar en Sevilla con esa afición, era una barbaridad. Desde que llegamos al estadio, durante el calentamiento, en el partido… eso era jugar con confort. Fue una maravilla. De verdad. Tengo un recuerdo inolvidable de la afición de Sevilla ese día en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán.
—Y eso que usted era el arquero reserva del suplente. Y mire al final.
—Julen Lopetegui había sido seleccionado, y yo no. Él jugaba en el Logroñés y estaba siendo el segundo portero natural durante toda la clasificación. Yo jugaba en el Celta de Vigo y Lopetegui arrastraba unos problemas en la zona lumbar que no le permitieron ir a la selección, por eso se produjo un cambio de última hora y viajé yo a ese partido.
— El futuro futbolístico del país llegó a sus manos. ¿Ha hablado con Lopetegui sobre esta historia?
—La verdad es que viajé con la ilusión de ver el partido en directo. De ver un partido de la máxima selección en Sevilla. De la élite del fútbol. Luego compartí con Lopetegui el Mundial de Estados Unidos y siempre fue un magnífico compañero, un tipo excepcional.
❝ «El España-Dinamarca de 1993 me cambió la vida. Un mes después estaba negociando con el Madrid y el Barça»
No hemos hablado de este tema y menos ahora que él es entrenador. Yo lógicamente no le molesto para nada, tiene muchas cosas en las que pensar.
—¿Cómo atravesó su vida el debut con la selección absoluta?
—Por lo que significó aquel partido, fue uno de los mejores que he jugado. Me cambió la vida. Me cambió mi trayectoria deportiva y mi valoración. Eso fue el 17 de noviembre, y en el mes de diciembre ya estaba negociando con el Real Madrid y el Barcelona. O sea, imagínese: pasé de ser un portero que apuntaba a una buena trayectoria a ser un portero que lo querían los dos clubes más importantes del país.
—Y eligió el blanco por encima del azulgrana.
—Me decanté por el Real Madrid porque entonces estaba Buyo, que tenía 38 años, y en el Barcelona Zubizarreta, que tenía 32, y no pensé que le fueran a cortar el contrato a final de temporada. Esa fue la decisión fundamental. Fue el partido más trascendental de mi carrera y fue un día maravilloso.
—¿Se clasificará España ahora y no dependerá de la repesca a la que van los segundos clasificados?
—Espero que España se clasifique porque tiene mejor equipo que su rival. A partir de ahí, eso ya es un motivo de confianza. Y obviamente no creo que le vaya a faltar el apoyo de la gente, porque eso ha perdurado siempre en el tiempo. Sevilla ha sido un magnífico escenario para lograr grandes gestas y por eso el partido probablemente esté puesto en Sevilla.