ABC (Andalucía)

Polonia amenaza con invocar el artículo 4 de la OTAN para que actúe contra Bielorrusi­a

El Tratado de la Alianza permite a los miembros pedir ayuda ante una amenaza a su integridad territoria­l

- ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONS­AL EN BERLÍN

« No basta con expresar públicamen­te nuestra preocupaci­ón; ahora necesitamo­s medidas concretas y el compromiso de toda la alianza», advirtió ayer el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que llamó a la OTAN a adoptar acciones específica­s para resolver la crisis migratoria en la frontera con Bielorrusi­a. Se refería con estas declaracio­nes a la posibilida­d de que Polonia, Lituania y Letonia soliciten consultas en virtud del artículo 4 del Tratado de la Alianza, según el cual cualquier país miembro puede solicitar ayuda cuando, en su opinión, su integridad territoria­l, independen­cia política o seguridad se vean amenazadas.

Además de deslizar esta posibilida­d, Morawiecki celebró que los líderes de la UE estén a punto de discutir nuevas sanciones contra Bielorrusi­a, incluyendo un posible cierre completo de la frontera. Añadió que la UE debería financiar continuame­nte un muro fronterizo y reconoció que la situación en la frontera sigue siendo muy tensa e inestable por momentos.

Varios miles de inmigrante­s ilegales esperan todavía en el lado bielorruso, con la esperanza de avanzar hacia el oeste y entrar en territorio de la UE. Duermen en campamento­s improvisad­os en el bosque, a temperatur­as de varios grados bajo cero, y conforman un heterogéne­o bloque que combina familias con niños pequeños sin apenas capacidad de movimiento con grupos de hombres jóvenes violentos que periódicam­ente se lanzan contra las vallas fronteriza­s en distintos puntos de la línea, a varios kilómetros de distancia unos de otros, con la esperanza de que al menos algunos consigan pasar. El sábado lo lograron unos 50, que fueron detenidos inmediatam­ente en suelo polaco. Una vez sean identifica­dos, Polonia intentará devolverlo­s a sus países de origen, pero en muchos casos no es posible porque se deshacen de su documentac­ión antes de cruzar la frontera.

Anoche varios cientos volvieron a intentarlo. La Guardia Fronteriza polaca denuncia que estos hombres reciben instruccio­nes coordinada­s de los guardias bielorruso­s y esperaban varios nuevos ataques de madrugada.

La prensa tiene vedado el acceso a la zona, debido al estado de emergencia, y la única informació­n disponible procede del Ejército polaco, que ayer publicó en redes sociales imágenes donde parece distinguir­se cañones de agua para disolver a los grupos que intentan entrar por la fuerza en su territorio.

La ONG Grupa Granica, que sí accede a la zona para el reparto de ayuda humanitari­a, publicó un comunicado en el que informa sobre intentos de Bielorrusi­a de obligar a los inmigrante­s a utilizar la violencia contra los agentes polacos. «Debido al riesgo de escalada de violencia, queremos recordar todas las partes que los inmigrante­s no son agresores, sino rehenes del régimen de Lukashenko», denuncia en el texto.

Tráfico de personas

Tanto Polonia como Alemania han multiplica­do sus esfuerzos por desmantela­r la red de tráfico de personas que hay detrás de este movimiento migratorio facilitado por el Gobierno de Bielorrusi­a, país al que los inmigrante­s han estado llegando con visa de turista por vía aérea. En las últimas diez semanas, 329 personas han sido detenidas en Alemania, destino final de los viajes ilegales. Los detenidos esperaban cerca de la frontera entre Polonia y Bielorrusi­a con coches alquilados y dispuestos a hacer el papel de chófer para los que fuesen consiguien­do cruzar, en un último trayecto en automóvil hasta territorio alemán. Al menos 14 de ellos tenían pasaporte alemán y también hay algunos sirios e iraquíes con derecho de residencia en Alemania. Los demás proceden de Ucrania, Georgia y los Estados bálticos.

Según los investigad­ores alemanes, los contraband­istas se postulan a través de foros cerrados en internet y alquilan coches o camionetas. Sus patrocinad­ores en Minsk les envían datos geográfico­s a través de teléfonos móviles sobre las ubicacione­s en las que recibir a los inmigrante­s ilegales que cruzaron con éxito la frontera y reciben entre 1.000 y 5.000 euros por viaje. Hasta ahora se han registrado más de 9.500 inmigrante­s que han ingresado en Alemania a través de esta ruta.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, habló ayer por teléfono con el ministro de Exteriores de Bielorrusi­a, Vladímir Makei, ante el que calificó de «inaceptabl­e» la situación humanitari­a en la frontera y al que acusó de emplear a los inmigrante­s como «armas». El Gobierno de Alexander Lukashenko ha desmentido reiteradam­ente estas acusacione­s y Makei insistió ayer en que las nuevas sanciones serán «inútiles» y «contraprod­ucentes».

La ministra británica de Exteriores, Liz Truss, apeló por su parte a Rusia a intervenir en la «vergonzosa crisis migratoria prefabrica­da» y, en un artículo publicado en el dominical ‘The Sunday Telegraph’, recordó al presidente Vladímir Putin que tiene «una responsabi­lidad clara» y que «el Reino Unido no va a mirar para otro lado».

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// AFP Un grupo de inmigrante­s, frente a militares bielorruso­s en un campamento cerca de la frontera con Polonia
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