ABC (Andalucía)

Un adiós apoteósico para un campeón planetario

Valentino Rossi pone en Valencia el punto y final a una carrera espectacul­ar, adornada con nueve títulos mundiales

- LAURA MARTA

Salió un día redondo, de los que le gustan a él. Con el sol brillando y una temperatur­a más propia de la primavera. Hasta la fecha acompañaba: 14-11-21. Sí, la suma es 46. A la hora convenida, con las gradas de Cheste repletas, el mundo se dispuso a dar el último homenaje a uno de sus grandes campeones. Valentino Rossi ya es un piloto retirado, oficialmen­te una leyenda de MotoGP. En Valencia volvió a quedar patente la enorme huella que deja.

Se despide uno de esos hombres que han cambiado el deporte. No solo es piloto, es ídolo, capaz de mover y unir a miles de personas de todo el planeta en torno al color amarillo que lo ha representa­do durante toda su trayectori­a. Rossi llevaba, en realidad, un par de años diciendo adiós. Las 42 primaveras quizá no significan tanto como la soltura de nuevos talentos que ya empezaron a perderle el respeto en la pista, mientras seguían con sus pósteres en las paredes de la habitación. El piloto escucha desde hace una década que debería retirarse, pero se ha materializ­ado con números y tiempos en las últimas campañas. Perdida la batalla contra el tiempo tecnológic­o, su pilotaje no alcanzaba las velocidade­s que antaño lo habían convertido en lo que hoy es.

Ayer, en su despedida, se conformó con una carrera discreta. Salió décimo y acabó en el mismo puesto. Bajo el casco, en su cabeza, bullían otros pensamient­os. Zarco y Bastianini hasta se atrevieron a faltarle al respeto adelantánd­ole en la pista. Junto a la línea de meta aguardaba Ronaldo Nazario. «¿Qué figura mundial te gustaría que viniese a tu última carrera?», le preguntaro­n. Y Valentino dijo el nombre del brasileño, feliz también de abrazarse con su amigo y de mostrarle su última bandera a cuadros.

Palmarés brutal

Rossi debutó en 1996 y dice adiós en 2021, con un título de 125cc (1997), otro de 250cc (1999) y siete en la máxima categoría, 115 triunfos. Le faltó rematar, en sus palabras, esa décima corona que, bien por moto, bien por los rivales, le impidieron conquistar. Lo tuvo muy cerca en 2015, ese curso en el que todo se volvió rarísimo por esa patada a Marc Márquez, su último archienemi­go, en el circuito de Sepang. Ahí se quedó el mejor Valentino, pues no pudo después recuperar la regularida­d en los podios, que deja con una marca de 199 en la categoría reina (235 en total), imposible subirse a ninguno este curso por primera vez en toda su carrera.

«Me he divertido mucho», admitía hace unos días en el que es «su» circuito, el de Misano, a menos de 20 kilómetros de su casa. Las gradas, 35.000 aficionado­s de amarillo, le rindieron honores no solo por los números, sino también, o sobre todo, por las batallas, los adelantami­entos, las emociones. Rossi, en eso, es doctor. De hecho, su club de fans confiesa que ganó más adeptos en los últimos años, cuando dejó de ganar títulos. Rossi no es solo un piloto.

Al cruzar la meta todos sus compañeros le esperaron en la curva 2 para abrazarse a él mientras miles de banderas amarillas ondeaban en la grada. Rossi hizo la vuelta de honor junto a todos ellos. Hasta el campeón Quartararo se vistió de fanático y paseó una bandera dedicada al nueve veces campeón. La apoteosis se produjo a la llegada al garaje de Yamaha, atestado de gente. Rossi se subió encima de la moto y, sin tocar el suelo, fue elevado por la multitud como una estrella de rock.

Los rivales más grandes

Ha cosechado triunfos para el recuerdo. El de mayor relevancia para él, Sudáfrica 2004. Primera victoria vestido de Yamaha después de cometer lo que para algunos fue una de sus locuras: irse de Honda. De azul consiguió sus mejores carreras, también sus mejosu rivalidade­s, también sus mayores enemigos. Sete Gibernau, con el que pasó del cariño al odio, por ejemplo, con aquella frase lapidaria: «Gibernau nunca volverá a ganar una carrera». Más intensa fue su relación con Max Biaggi, campeón italiano como él después de tantos años de sequía para el motociclis­mo nacional. En su primer año compitiend­o en la misma pista, 2001, imágenes más de púgiles que de pilotos: adelantami­entos forzados, fuera de pista, peinetas, amenazas de pelea… Con Casey Stoner no llegó a tanto, pero ahí dejó su impronta, con un adelantami­ento en el Sacacorcho­s imposible de olvidar. Agria fue también

«No quería acabar último en mi despedida. Ha sido mi mejor carrera del año y eso es importante para mí»

«No he llorado, quería pasarlo bien y montar jaleo. Lloraré esta noche solo y mandaré un vídeo»

«¿Mi trayectori­a en tres palabras? Es difícil, pero diré impresiona­nte, divertida y competitiv­a»

relación con Jorge Lorenzo, con ese muro en el garaje que compartían y con la decepción del italiano cuando versó su teoría sobre la ayuda que le prestó a Marc Márquez para dejarlo sin título en 2015. También Márquez, qué duda cabe, fue uno de sus mayores rivales. El ‘piccolo bastardo’ que idolares

traba al italiano se convirtió en el enemigo más feroz. Todavía hoy Rossi prefiere no hablar del tema.

Anunciado su adiós definitivo en agosto, el italiano no sabe si estará preparado para el minuto después a cruzar bajo la bandera a cuadros. «Mi vida cambiará para siempre», aceptaba estos días en una entrevista en Dazn. Será padre por primera vez, y a partir de ahí, un nuevo mundo que pasa por su idea de pilotar coches y seguir con sus discípulos. Porque también es maestro, de la Academia VR46, o desde antes incluso, con su rancho, donde invitaba a pilotos amigos y con proyección. Allí seguirá, quizá consolidad­o también su equipo Team VR46 para la próxima campaña, con su hermano Luca Marini y Marco Bezzecchi. Rossi nunca podrá irse de las motos.

 ?? Fuente: MotoGP y elaboració­n propia ??
Fuente: MotoGP y elaboració­n propia
 ?? // EP ?? Valentino Rossi se eleva entre la multitud camino del garaje de Yamaha tras su última carrera
// EP Valentino Rossi se eleva entre la multitud camino del garaje de Yamaha tras su última carrera
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain