ABC (Andalucía)

«Los católicos somos muy valientes y eso hay que alabarlo»

Sebastián Chico Nuevo obispo de Jaén ▶ El prelado apuesta por una Iglesia alegre y alerta de que egoísmo y soberbia están detrás de la seculariza­ción

- JAVIER LÓPEZ

El nuevo obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, apuesta por la alegría como instrument­o de evangeliza­ción y cree necesario alabar la valentía de los católicos. Aclara que el egoísmo y la soberbia están detrás de la seculariza­ción de una sociedad que tiene miedo al compromiso.

Para Sebastián Chico, cuyo pontificad­o se iniciará el 27 de noviembre tras su designació­n como obispo de la diócesis es una oportunida­d para compartir la vida con los fieles jiennenses, para caminar junto a ellos, para ser su pastor según el corazón de Cristo. Y para mostrarles la importanci­a de transcende­r las cruces mediante la esperanza en la resurrecci­ón.

–Su lema episcopal, ‘Sufficit tibi gratia mea’ (Me basta tu gracia), aclara que, por consejo de Jesús, no es usted de los que llevan bolsa, alforja y sandalias en su periplo evangeliza­dor. ¿Dios es su pecunio, su pan y su camino?

–Así ha sido a lo largo de toda mi vida. Y de forma especial, en mi ministerio sacerdotal. Mi lote y mi heredad es el Señor. Lo que Dios quiera darme para que yo le sirva lo acogeré con amor y entrega.

–San Pablo resaltaba que no construía sobre andamios ajenos. Usted sustituye a Amadeo Rodríguez Magro, que ha hecho una gran labor pastoral. ¿Cuál es su impronta?

–En la sucesión apostólica pasamos las personas, continúa el misterio de la Iglesia. La labor de Don Amadeo ha sido rica para la diócesis. Se ha entregado totalmente a ella durante cinco años. Yo vengo a unirme a la Iglesia de Jaén, a ser misionero, a compartir la fe.

–Mirad cómo se aman, decían de los primeros cristianos. Ya que Dios es alegría, ¿no deberían ahora referirse a los católicos con la expresión mirad cómo se divierten?

–En la Iglesia no debe escasear la alegría. Creo en el divertimen­to entendido desde la perspectiv­a cristiana. La diversión que nace del gozo de ser cada día de Dios, de ser casa de fraternida­d, de acogida y de salida. Cuando uno pone el corazón en el Señor encuentra la paz. Y cuando uno vive en la paz surge la alegría para afrontar la vida.

–El reproche a la feligresía parece una constante en los sermones. Puesto que el seglar se sabe un pecador que camina hacia la perfección, ¿no merece su actitud el aplauso del púlpito?

–Es verdad que tenemos que subrayar lo positivo. Los católicos somos muy valientes y eso hay que alabarlo. A veces en la Eucaristía nos desahogamo­s con los que están en misa. Recuerdo que, al poco tiempo de ordenarme sacerdote, cuando creía que lo sabía todo, se me acercó un feligrés para aconsejarm­e con caridad que utilizara la palabra nosotros en lugar de la palabra vosotros en las homilías.

Me hizo saber que también debía predicar para mí.

–Si la Eucaristía es un brindis por la presencia de Jesús, ¿a qué viene la seriedad en las misas?

–He visto a cristianos disfrutar de la Eucaristía, las caras gozosas de quienes saben lo que están viviendo. He visto a gentes sobrecogid­as por el misterio. También están los que miran el reloj continuame­nte. La labor de los sacerdotes es hacer una celebració­n viva. Hay que examinar muchas cosas. Tenemos trabajo por realizar.

–¿No cree que lo bueno del Viernes Santo es que dos días después llega el Domingo de Resurrecci­ón?

–Totalmente. El Señor no nos ha dicho que en nuestro camino no vaya a haber cruces, nos ha dicho que va a haber resurrecci­ón. Por eso tenemos que trascender la Cruz. Y por eso la Iglesia tiene que ser alegre. Es la casa de la alegría, que es el primer gancho del corazón del hombre. Cuando Dios llega a ti, no llega como algo triste. Tenemos que tener en cuenta que la palabra de Dios lleva la fuerza de la gracia. Y que el Papa nos llama a que tengamos humor.

–La puerta estrecha de la que habla Jesús es infranquea­ble solo para quienes no quieren traspasarl­a. Para los que creen que el buen camino es un cortafuego­s empinado. ¿Está el ateísmo más relacionad­o con la prevalenci­a del egoísmo que con la falta de fe?

–Se junta todo. El egoísmo está en la base de todo. Nuestra soberbia quita a Dios de en medio, si bien el hombre es un ser sediento de trascenden­cia. Podemos buscar cosas para vivir mejor, pero esa sed solo se puede saciar con el Señor. Esa es la riqueza que tiene la Iglesia.

–En 2020 se celebraron 794 bodas en Jaén. De ellas, solo 194 por la Iglesia Católica.

–Aquí hay que contemplar el secularism­o, pero también la falta de compromiso. La gente tiene miedo a compromete­rse, a dar el paso de unirse con otra persona para toda la vida. La conciencia de aquellos que han recibido una formación cristiana dicta que el matrimonio es para siempre. Si eso asusta es porque no se tiene en cuenta la grandiosid­ad de un sacramento que se vive por la gracia de Dios. Y este temor se suaviza a través de otras vías, que hacen crecer el individual­ismo.

–Parte de la actividad seglar de la iglesia de Occidente se apuntala en la clase media, que es la que en mayor medida dedica su tiempo para catequizar y su dinero para la obra social. ¿Es básica para la Iglesia de los pobres?

–Es básica para la Iglesia de los pobres y para construir una iglesia pobre para los pobres, una Iglesia desprendid­a que atienda a los más necesitado­s. Pero no solo tenemos que mirar hacia abajo. Hay que ser profetas, mirar hacia arriba, convertir a los demás, a los que tienen el corazón endurecido, para que se ablanden y sean humildes.

❝ Predicar para sí

«Recién ordenado sacerdote, un feligrés me aconsejó que utilizara la palabra nosotros en lugar de vosotros en las homilias»

Iglesia

«Tenemos que trascender la Cruz. Por eso la Iglesia tiene que ser alegre»

 ?? // ABC ?? Monseñor Chico iniciara su pontificad­o en Jaén el 27 de noviembre
// ABC Monseñor Chico iniciara su pontificad­o en Jaén el 27 de noviembre

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain