El pueblo suizo en el que nadie quiere inmunizarse
El turístico Alpthal exhibe con orgullo su resistencia a la vacunación
Alpthal es un pueblo suizo del cantón de Schwyz, situado a unos mil metros sobre el nivel del mar y con poco más de seiscientos habitantes. Tiene unas espectaculares vistas a los Alpes, un teleférico hasta la estación de esquí de Brunni y también forma parte de una de las rutas europeas del Camino de Santiago. Posee, además, una peculiaridad reciente que ha hecho saltar su nombre a las portadas de la prensa suiza: ninguno de sus habitantes están vacunados y todos ellos se sienten orgullosos de su resistencia a la inmunización. Los suizos apodan a los lugareños como ‘los rebeldes del coronavirus’.
Desde que la vacuna estuvo disponible, ninguno de los habitantes de Alpthal la solicitó. Los médicos que habitualmente asisten en esta localidad aseguran que la han recomendado, especialmente a los pacientes de riesgo y a los de mayor edad, pero que ha sido en vano. El pueblo entero desconfía del medicamento, hasta el punto de que las autoridades sanitarias incluyeron la localidad en el programa de vacunación que se lleva a cabo en autobuses, convertidos en centros de vacunación sobre ruedas y que acuden a vacunar a los más recónditos rincones del país. Pero tampoco sirvió de nada. Cuando el autobús llegó al pueblo, el alcalde, Adelbert Inderbitzin, acudió a la plaza y habló en nombre de los lugareños, con una frase breve pero contundente: «Vuelvan por donde han venido. Aquí no hay necesidad de vacunas».
Para el regidor Inderbitzin, una cosa es segura: cualquiera que quiera vacunarse puede hacerlo en la vecina Einsiedeln. «El autobús de vacunación paraba en nuestro pueblo y esperaba durante horas sin que nadie fuera a verlo», argumenta. «Yo les ahorré más tiempo de espera porque sabía que nadie acudiría». «¡Se están desperdiciando millones de dosis con esta campaña de vacunación! No sirve de nada que este autobús se acerque a nosotros si hemos dejado claro que no queremos vacunarnos», diagnostica por su parte el camarero del bar local, que justifica al alcalde. «Cualquiera que quiera vacunarse ya lo ha hecho y si no nos hemos vacunado es porque no hemos querido». Los medios de comunicación se han apresurado en llegar al lugar, para averiguar la causa de tan feroz resistencia y escriben sobre el «pueblo galo de la pandemia», en alusión a los populares Astérix y Obélix.
65% de vacunados
En toda Suiza subyace una resistencia relativamente amplia al fármaco contra el Covid-19. Solo el 65% de los suizos están completamente vacunados, pero el caso de Alpthal, en el que la resistencia alcanza el cien por cien de la población, es único. En el cantón de Schwyz la tasa de vacunación se sitúa ahora en un 57%. «Hay mucho escepticismo sobre las vacunas, especialmente en los cantones del interior y del este», explica el profesor suizo de Ciencias Políticas Marc Bühlmann, que dirige la plataforma en línea Année Politique Suisse.