El PP abraza a Marín: «Somos un equipo»
∑El vicepresidente mantuvo una charla distendida con Elías Bendodo
Era uno de los principales morbos de la primera jornada del congreso. La presencia del vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos, Juan Marín, después de su acusación directa a la sede nacional del partido (modulada luego) de haber sido partícipe de la filtración del audio en el que durante una reunión interna consideraba «estúpido» aprobar un presupuesto en año electoral.
Había cierta tensión y miradas conspicuas en los pasillos a primera hora de la tarde, mientras los compromisarios iban acreditándose. En torno a las cinco de la tarde, Marín hacía su entrada en el Palacio de Congresos granadino. Fue Elías Bendodo quien salió a la puerta a recibirle.
Era el momento en que la presidenta del congreso, Marifrán Carazo, estaba haciendo los saludas de rigor a las autoridades e invitados. Había aplausos más o menos fuertes para todos. Cuando anunció la llegada de Marín, el ‘aplausómetro’ bajó varios enteros. Todo un símbolo que a más de uno puso nervioso.
Pero la actuación de Juan Marín estaba preparada para darle cariño. El formato, una charla muy televisiva en la que el consejero de Presidencia («mi amigo antes que mi compañero», le decía el vicepresidente) ejercía de entrevistador.
La complicidad entre ambos fue la nota dominante en una charla en la que sacaron pecho por lo hecho en el Gobierno
No especialmente duro, como podía suponerse. El «que corra el aire» que le había soltado Marín a Bendodo al inicio de la charla estaba claro que no iba muy en serio. Porque fueron todo arrumacos. Sentados de manera informal en unos sofás ‘chester’ y con un olivo detrás. Si el PSOE ya no pone el disco del himno andaluz en sus congresos, apropiémonos de los iconos.
Durante la ‘entrevista’, Bendodo y Marín comenzaron haciendo historia del pacto. Del «encapsulamiento», la expresión que acuñó el dirigente naranja para expresar cómo el Gobierno de coalición tenía que aislarse de todo elemento externo. Algo difícil en estos días de estruendo. Y lo reconoció Marín. «Aislarse de todo el ruido es complicado; lo es del externo pero fíjate del interno», señaló, en el único guiño que durante la charla pudo haber al episodio que ha enturbiado el inicio del cónclave.
Y a partir de ahí, sacar pecho del trabajo realizado durante estos años de legislatura en comandita. Las políticas reformistas, la simplificación administrativa, la mejora de Andalucía en ránkings como los fiscales fueron desgranándose durante unos 20 minutos de diálogo. Cortito y al pie. Y con mucho cariño.
También, por supuesto, había que aplaudir la piña constituida por el Gobierno andaluz independientemente de sus siglas políticas. «Hay un solo equipo. Somos un equipo hasta que lleguen las próximas elecciones, cuando cada uno jugaremos nuestro propio partido». Del cuándo serán, lógicamente no hablaron, aunque por los pasillos era uno de los temas preferidos.