Bruselas recomienda a España una política fiscal prudente para poder pagar la deuda
La Comisión Europea recomendó ayer a los países más endeudados, como España, que «preserven una política fiscal prudente con el fin de garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo». En sus recomendaciones del paquete del semestre europeo, que es el instrumento de coordinación de las políticas económicas en la Unión Europea, tanto el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis, como el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, han reiterado su convicción de que en 2023 se habrá desactivado la cláusula de salvaguardia que permite ahora a los países incumplir las reglas del pacto de estabilidad.
Aunque también admitieron que cuando llegue el momento «no será sencillamente volver a la situación anterior» sino que «estamos buscando un consenso para establecer unas normas realistas que podamos aplicar todos juntos» y que «permita apoyar el crecimiento».
El socialista italiano Gentiloni también ha admitido que necesitará «encontrar una vía de reducción de la deuda que no perjudique al crecimiento. Sabemos que si las economías no crecen no se puede reducir la deuda y que es un equilibrio difícil pero es necesario encontrar soluciones realistas. No es fácil, pero para eso estamos aquí».
La Comisión propone que los países más endeudados utilicen los fondos de recuperación para las inversiones que generen crecimiento, mientras establecen presupuestos dedicados a reducir la deuda.
La Comisión ha dado orden de acelerar el proceso para desembolsar cuanto antes el 40% de estos fondos (que han de gastarse este año), pero Dombrovskis insistió en que su entrega a los países que los pidan «está subordinado al cumplimiento de los objetivos y los hitos» que los países han pactado con la Comisión. La vuelta a la aplicación de las reglas del pacto de estabilidad puede coincidir en España con el fin de la legislatura y la campaña de las próximas elecciones.
Calviño avisa a CEOE
Mientras, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró ayer que un posible ‘no’ de la CEOE a la reforma laboral «no es un condicionante en sí mismo» para la recepción de los fondos europeos. «Yo confío en llegar a un acuerdo tripartito, no porque nos lo exija nadie, sino porque es lo deseable», afirmó Calviño, que insistió en su «determinación» para lograr el objetivo de que la reforma laboral cuente con el aval de sindicatos y empresarios, un objetivo que –dijo–, comparte «absolutamente» la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. «Ya tenemos todo el paquete de elementos en la mesa y se trata de ir afinando para llegar a un equilibrio», añadió.