Por qué la Agricultura de Conservación podría ser clave para frenar el cambio climático
Con motivo del Día Mundial del Suelo se ha realizado un encuentro organizado por CMVocento junto a AEPLA, ANSEMAT y AEAC.SV en torno la efectividad de esta práctica y el Pacto Verde europeo
La inluencia humana en el calentamiento global es indiscutible y el incremento de la temperatura, una constante. La buena noticia es que existe una práctica agrícola que podría mitigar el cambio climático. Esa fue la piedra angular del encuentro organizado por CMVocento junto a AEPLA (Asociación Empresarial de Protección de las Plantas), ANSEMAT (Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria y Espacios Verdes) y AEAC.SV (Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos) con motivo del Día Mundial del Suelo, que se celebra el próximo 5 de diciembre. Bajo el lema Agricultura de Conservación y el Pacto Verde europeo, cuatro expertos analizaron la eicacia de esta alternativa. Algo relejado en un reciente informe técnico-cientíico elaborado por PwC, con el impulso de AEPLA y ANSEMAT, el asesoramiento técnico-cientíico de AEAC.SV y el patrocinio de Bayer.
“La Agricultura de Conservación es un sistema de producción agrícola sostenible que rompe con el paradigma de que para implantar un cultivo es necesario el laboreo”, explica Óscar Veroz, director ejecutivo de AEAC.SV. En ella se da un proceso vital del que la agricultura convencional carece. “Se trata del incremento del secuestro de carbono en el suelo, una media de una tonelada por hectárea/año. Actualmente en España tenemos una supericie trabajada con Agricultura de Conservación de más de 2 millones de hectáreas y eso supone secuestrar 9,9 millones de toneladas anuales. Esa cifra compensa el CO₂ emitido por 2 millones de vehículos funcionando durante todo un año (una media de una tonelada por hectárea/año (proyecto LIFE Agromitiga)”.
“Desde el punto de vista del agricultor tiene bastante ventajas”, asevera Jordi Esteve Bargues, socio responsable del equipo de Economics de PwC en España. “Evitar el laboreo supone salir menos con el tractor y eso implica más tiempo libre para diversiicar las rentas agrícolas –fundamental para ijar población en el territorio–. La reducción del combustible, otro beneicio medioambiental, es un ahorro para el agricultor y al ser unos cultivos que retienen más el agua, la productividad es más alta. Un claro ejemplo de negocio donde salen los números”. Y eso explica el crecimiento en su implantación. “Hoy un 15% de la supericie agrícola española está usando esta técnica. En 10 años se ha incrementado un 60% la supericie cultivada así”.
Analizando sus ventajas, parece evidente que será crucial para el cumplimiento del Pacto Verde europeo que busca hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro en 2050. También por la reducción de insumos. La idea es que para 2030 se reduzca en un 20% el uso de fertilizantes y en un 50% el de itosanitarios. Y hay estudios que constatan que en la Agricultura de Conservación estos últimos caen hasta en un 60%. Carlos Palomar, director general de AEPLA, puntualiza que “gracias al desarrollo del I+D se han conseguido soluciones muy respetuosas, más eicaces, a un coste imbatible, como el glifosato. Todo el avance conseguido se vendría abajo sin las herramientas correspondientes. Las políticas y la regulación deben acompañar a la innovación que supone en este caso a la Agricultura de Conservación y no ponerle trabas”.
Ignacio Ruiz, secretario general de ANSEMAT, considera que “el mayor miedo de los agricultores son los cambios de normativas. Ven una tendencia, comprueban que es rentable, acomodan todo para implementarla pero y ¿si luego llega una nueva legislación que les obligue a cambiarlo todo otra vez? Con este estudio de PwC ha quedado muy claro desde la base cientíica cuales son los beneicios, que estamos preparados desde el punto de vista tecnológico para hacer productos que son seguros, que tenemos máquinas eicientes… Pero esas tecnologías también suponen un incremento de coste y esas inversiones se tienen que poder garantizar”.
Un 15% de la supericie agrícola española utiliza la Agricultura de Conservación, con un crecimiento del 60% en la última década “La Agricultura de Conservación es un sistema de producción agrícola sostenible que rompe con el paradigma de que para implantar un cultivo es necesario el laboreo” “Las políticas y la regulación deben acompañar a la innovación que supone la Agricultura de Conservación y no ponerle trabas”