Viernes negro, loco mundo
Este año, lo más chic será brindar en Nochevieja con agua corriente del grifo
NO vayas a ver las luces de Navidad sin antes haber comprado una linterna, pilas, velas y cerillas para cuando llegue el apagón mundial que nos anuncia el coro apocalíptico en cada telediario. Ese es el nivel de nuestra contradicción.
Navidad en noviembre. No quedan mesas en los restaurantes para que las empresas celebren las cenas de sus teletrabajadores. Paradojas de este tiempo del disparate, de ministros que quieren pagar las pensiones con nuestra vejez mientras los bancos, que para eso manejan el dinero, hacen cola para prejubilar a sus cincuentones. Ahora, los empleados de banca son asesores en red –presuntamente de carne y hueso– que están al otro lado de la pantalla para venderte un televisor a buen precio. Y los vendedores de televisores hacen horas extras gestionando créditos para los clientes del Black Friday.
Ya lo ven, el concepto crisis es relativo y el de deuda lo están redimensionando en la Moncloa para que te creas eso que dice el chef José Andrés en sus anuncios del Ministerio de Agricultura: «Vivimos en el país más rico del mundo»... pero compramos las manzanas a Polonia y los tomates a Marruecos.
Para más inri, leo con estupor que hay desabastecimiento de Moet Chandón y que esto genera una preocupación mundial. Este año, lo más chic será brindar en Nochevieja con agua corriente del grifo. Qué quieren que les diga, aprovechen que todavía sale, porque no se ve la misma preocupación por la sequía que arruina al campo, con los pantanos al mismo nivel que nuestra coherencia como sociedad. Es una lástima, cuando se sequen los embalses no podremos llenarlos de champán, como corresponde a este tiempo ebrio de excentricidades. ¿Dónde está nuestro Nerón para que meta ya fuego a todo esto?
Yo dudo de que en estas circunstancias el mundo quiera que lo salvemos, como dicen esos que nos invitan a comprar un coche eléctrico mientras renegociamos la hipoteca para pagar la factura de la luz. Pero tú sé feliz, cómprate el nuevo modelo y disfruta viéndolo en los anuncios, porque con la falta de microchips - «el ordenador de tu porvenir»- el vehículo te llegará cuando no puedas cargarlo. ¿Te gusta conducir? Pues te jo...robas.
Y tranquilos que estamos en buenas manos. Una niña impone la política mundial medioambiental y el primer ministro británico habla de Pepa Pig cuando pierde los papeles, si es que alguna vez Boris los encontró. Todo esto ocurre mientras en media Europa hay imbéciles que creen que lo que amenaza nuestro estilo de vida es la vacuna del Covid. Todo puede empeorar. No queda más profeta que Mafalda. Ella hace tiempo que le pidió al mundo que se parara para poder bajarse.
JUAN JOSÉ BORRERO
Navidad en noviembre. No quedan mesas en los restaurantes para que las empresas celebren las cenas de sus teletrabajadores