ABC (Andalucía)

Las presiones de Iglesias por el futuro de Podemos deterioran su relación con Yolanda Díaz

El acto de Valencia fue un punto de inflexión, pero antes ya hubo actitudes y gestos que crisparon el ambiente

- GREGORIA CARO

Las valoracion­es y actitudes del exlíder de Podemos han servido para crispar los ánimos en el seno de Unidas Podemos y ‘enfriar’ una relación que no está rota, pero sí pasa por su peor momento. A Yolanda Díaz y Pablo Iglesias les une el afecto de años haciendo política y es precisamen­te esto lo que les salva de que su distanciam­iento no sea hoy mayor. El ‘proyecto amplio’ que plantea Díaz pasa por superar a los partidos. Iglesias ya dejó claro que no comparte algunos aspectos y presiona para que Podemos no quede marginado dentro.

En el entorno del Gobierno se apunta a al menos un par de discusione­s intensas desde que la situó como la líder de los morados. Las disputas se niegan oficialmen­te, pero fuentes de Unidas Podemos en el Ejecutivo admiten a ABC que el acto de Valencia del día 14 fue un antes y un después en la relación personal de Díaz e Iglesias.

Según ha podido saber ABC, él trasladó en privado su malestar a Díaz. El encuentro entre mujeres de la izquierda fue la primera piedra de su candidatur­a aglutinado­ra. Pero sentó mal en la dirección morada porque Ione Belarra e Irene Montero no fueron invitadas. Este enfado podría haberse sofocado con mano izquierda, pero las palabras de Iglesias los días siguientes hicieron evidente que existía conflicto interno. «¿Pero Pablo Iglesias no había dejado la política?», ironizaron entonces en el entorno de Díaz. La masiva presencia del exvicepres­idente en los medios lanzando opiniones sobre actualidad política no entusiasma.

Habla de «cuidar el espacio»

«Me hubiera gustado que estuvieran Ione o Irene, pero hay que respetar que Yolanda decide con quién está en cada momento», soltó Iglesias; y deslizó la idea de que Díaz tendrá que «cuidar» de Unidas Podemos y «cerrar pronto» el papel «importante» que, según él, tendrá su partido en el nuevo proyecto. Hay sectores en Unidas Podemos que le ven cargado de cinismo e interpreta­n un intento directo de hacerla responsabl­e de la ausencia de Podemos. Fuentes cercanas a la vicepresid­enta recordaron que ella no organizaba el evento, sino un sector de Compromís con Mónica Oltra. Pero no se niega la disposició­n de Oltra para impulsar el proyecto desde otros territorio­s con el apoyo de los Comunes de Ada Colau e Izquierda Unida.

El conflicto con Podemos se entiende uniendo esas piezas que vienen en forma de detalles. El partido sabe que apoyar la candidatur­a de Díaz servirá para crecer. Pero la armonía se les atraganta al ver su influencia disminuyen­do. Es elocuente el silencio de los dirigentes de Podemos la tarde del acto de Valencia, mientras otros líderes de la izquierda como Íñigo Errejón, que tuvo un gesto de acercamien­to, o Garzón lo aplaudían. Los portavoces morados ni siquiera lo abordaron en sus ruedas de prensa. Desde finales de septiembre, cuando Díaz habló de este tema por primera vez , siempre han sido ambiguos.

Si bien el acto de Valencia fue el punto de inflexión, y sí se admite que generó conflicto interno, antes ya hubo actitudes que enrarecier­on el ambiente. Siempre desde fuera de la actual dirección; aunque de personas con mucha influencia dentro. El primero que cargó contra Díaz fue Juan Carlos Monedero en un artículo de opinión donde la comparó con Manuela Carmena y apeló a la importanci­a del partido como eje vertebrado­r. Hay que recordar que Díaz no tiene cargo orgánico ni partido.

Iglesias también lanzó la idea en una tertulia: «Hay una conciencia muy clara en la izquierda de que lo que intentó Carmena en su momento; lo de ‘mi carisma y yo podemos sin los partidos’, no funcionó». Pero hay más situacione­s de tirantez. Pese a que se evitó una respuesta que pudiera polarizar a Unidas Podemos, no gustó el tuit de Iglesias sobre el acuerdo de Gobierno y PP con Enrique Arnaldo. «¿Acierta Yolanda Díaz pactando con PP y PSOE la renovación del Tribunal Constituci­onal aún a pesar de que ello implique votar a los candidatos del PP?», escribió el exvicepres­idente (en un artículo decía que sí). «Se retrató él mismo», valora una fuente del entorno de Díaz. Ahí, lo traducen como otro intento de responsabi­lizarla de una negociació­n que no lideró ella, sino Enrique Santiago, secretario de Estado.

«Especulaci­ones» del exlíder

Díaz contestó a las valoracion­es de Iglesias solo una vez: rueda de prensa del Consejo de Ministros del día 16. Rechazó sus «especulaci­ones» sobre un adelanto electoral y apeló a «terminar el mandato». Hay un esfuerzo en su equipo y en Podemos porque no se hable de un deterioro en la comunicaci­ón. Porque es cierto que trabajan coordinado­s en el Gobierno y, sin embargo, lo anterior también repercute en la relación entre Díaz, Belarra y Montero. Desde el PSOE, socio de coalición, hay quien ya percibe algunas tiranteces en reuniones. Hay situacione­s que lo demuestran.

Las dirigentes de Podemos fueron invitadas a la asamblea de los comunes junto a Díaz, Garzón, Colau y Oltra. Pero dijeron que no podían asistir y Belarra participó mediante un vídeo en el que no mencionaba a Díaz. Tampoco fueron a la ‘Escuela de Otoño’ de IU esos días. A las citas acudió Lilith Verstrynge, número tres. Las confluenci­as y los aliados han lanzado mensajes velados a Podemos tras estos gestos. Garzón dijo en el acto de los comunes que «hay que hablar antes del qué y no del quién». Colau recordó que a Díaz le había «tocado» ser candidata a presidir el Gobierno porque Iglesias la puso frente cuando dejó la política. Empezará con su proyecto en 2022. «Nunca me he peleado por estas razones ni lo voy a hacer, como suceda esto o exista ruido es probable que yo me vaya», advirtió Díaz en septiembre. Vamos, que lo veía venir.

 ?? // ABC ?? Yolanda Díaz y Pablo Iglesias
// ABC Yolanda Díaz y Pablo Iglesias

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain