Ayuso cree que la crisis del PP se solucionará cuando se celebre el congreso
▶ La presidenta madrileña pide desvincular el cónclave de Madrid del calendario electoral del próximo año ▶ Casado quita importancia al retroceso del partido en las encuestas y subraya que «el cambio es imparable»
Nuevo capítulo en el ‘culebrón’ de la crisis interna del PP, esta vez en el Día de la Constitución y con el Congreso de los Diputados como escenario. En esta ocasión, eso sí, las formas fueron correctas, los gestos disimularon el distanciamiento y entre los protagonistas se hizo evidente una especie de acuerdo tácito para ‘no echar más leña al fuego’, en expresión de la presidenta madrileña a los periodistas en uno de los corrillos. Faltaron dos de los ‘actores’ principales de todo el embrollo interno del PP: el secretario general del partido, Teodoro García Egea, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
Pablo Casado entró al patio del Congreso acompañado de Alberto Núñez Feijóo, los portavoces del Congreso y el Senado, Cuca Gamarra y Javier Maroto, y el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos. Antes ya habían llegado otros tres barones:
Fernando López Miras, Isabel Díaz Ayuso y Alfonso Fernández Mañueco. El único ausente en la Carrera de San Jerónimo fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Ayuso tuvo el ‘privilegio’ de tener un recibimiento especial por parte de Vox y Ciudadanos. «Bienvenida al Congreso, presidenta», le dijo Macarena Olona al verla en el patio de Floridablanca. Inés Arrimadas y Edmundo Bal fueron los siguientes en saludar a Ayuso de manera cercana y afectuosa.
Antes de hablar ante el micro situado en el patio del Congreso, los periodistas preguntaron a Ayuso si le preocupaba la bajada del PP en las encuestas, algo que podría atribuirse a las peleas internas del partido en los últimos meses. La presidenta madrileña comentó que desconocía exactamente los motivos de ese descenso, pero apuntó que no se puede achacar únicamente a las cuestiones internas. Ayuso subrayó que, en todo caso, los problemas dentro del PP acabarán cuando se resuelva todo. «¿Cómo se resolverá?», preguntaron los periodistas. «Con la celebración del congreso en Madrid», sentenció. Ahí estará, a su juicio, el final de las peleas, con su eventual elección como presidenta del PP en su región. Ayuso insistió en esa idea ante las cámaras de televisión y en otro corrillo posterior. Primero advirtió de que sería «bueno» que el PP pasara página ya en esas cuestiones internas. Y después aseguró que el congreso tendría que haberse celebrado en el pasado mes de marzo, y por eso cree que debería convocarse «cuanto antes». Además, afirmó que la celebración del congreso no tiene que depender del calendario electoral, porque entonces no se convocaría nunca.
En cualquier caso, la presidenta reconoció que cualquier cosa que dijera iba a interpretarse mal y prefirió no seguir por ese camino. Antes de marcharse, se le preguntó cómo iba su relación con el secretario general: «Hoy no ha venido, ¿no?», comentó.
La dirigente autonómica señaló que el próximo 17 de diciembre viajará al País Vasco para participar en la cena navideña del PP alavés. Mientras, la del PP de Madrid sigue en el aire como medida de precaución por el Covid. «Yo voy donde me invitan», comentó Ayuso, ante la probable cancelación de la fiesta navideña de los populares en Madrid.
«Bienvenida al Congreso, presidenta», dijo Macarena Olona a Ayuso en cuanto la vio llegar al acto institucional del 6-D
El protocolo
Las normas de protocolo sentaron a Ayuso junto a Casado frente a la escalinata del Congreso, para escuchar
el discurso de la presidenta de las Cortes. Ambos se saludaron de manera afectuosa y conversaron después unos momentos, una charla a la que se unieron en seguida otros barones como Mañueco o López Miras, en un ambiente claramente distendido. Más profunda, al menos en apariencia, fue la conversación que mantuvo Casado con el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, justo después del discurso de Batet.
Casado aprovechó que los periodistas formaban corrillo alrededor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, una vez acabado el acto institucional, para marcharse a su despacho en el Congreso. Por la tarde viajaba a Buenos Aires para iniciar su gira iberoamericana, y optó por no mantener ninguna charla informal con la prensa, ante las previsibles preguntas sobre la situación interna del PP.
Sí hizo declaraciones en ‘abierto’ antes del discurso oficial de Batet. Ahí se refirió al retroceso del PP en las encuestas, algo que minimizó: «Estamos a la cabeza de intención de voto. Somos la única alternativa urgente y necesaria para los españoles y el cambio ya es imparable. Y se va a ver en cuanto Sánchez convoque elecciones».